Imagen de Robert Schwarz/University of Minnesota

El agujero de ozono sobre la Antártica tiende a crecer entre septiembre y octubre de cada sin embargo, este año, los científicos han descubierto que su tamaño es más pequeño.

El agujero de ozono sobre la Antártica tiende a crecer entre septiembre y octubre de cada año debido a los cambios climatológicos de la época, sin embargo, este año, los científicos han descubierto que su tamaño es más pequeño con relación a la primera medición que se le realizó en el año 1982.

La función de la capa de ozono es proteger al planeta de los rayos ultravioletas. Lo que impresiona a científicos e investigadores de la NASA es que el agujero que medía 16,6 millones de kilómetros cuadrados se haya reducido a menos de 10 millones según el informe de sus evaluaciones actuales.

Paul Newman, quien cumple labores como el Científico jefe de ciencias de la tierra en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA comentó que esta es una gran noticia, no solo para el hemisferio sur sino para el planeta.

No obstante, Newman acotó: “Es importante reconocer que lo que estamos viendo este año se debe a temperaturas estratosféricas más cálidas. No es una señal de que el ozono atmosférico esté repentinamente en una vía rápida hacia la recuperación”.

En medio de la Emergencia Climática que afecta al planeta, Newman resaltó la importancia de esta reducción, debido a que esto significa que hay más ozono en la estratósfera y menos radiación ultravioleta en la superficie.

De igual forma, afirmó que se trata de una ‘rareza climática’ y que esperan que se mantenga en los próximos años.

Susan Strahan, científica de la NASA, explicó que se trataba de un evento raro que todavía están tratando de entender, especialmente porque no es la primera vez que ocurre. En ocasiones anteriores se ha registrado bajo determinadas condiciones climáticas.

 “Patrones climáticos similares en la estratósfera antártica en septiembre de 1988 y 2002 también produjeron agujeros de ozono atípicamente pequeños”, comentó Strahan.

Strahan también agregó que, si el calentamiento no hubiera sucedido, probablemente habría un agujero de ozono mucho más típico.

Actualmente, la NASA espera que el Ozono de la Antártica se recupere para el año 2070, pero para ello se debe seguir cumpliendo con el Protocolo de Montreal, en el cual se reguló el uso de refrigerantes y otros compuestos de clorofluorocarbonos. Por su parte, el informe de la ONU sobre el tema, asegura que debería desaparecer en el año 2060.

Los científicos también afirmaron que el agujero de ozono al que se hace referencia, ya que es un fenómeno temporal y especifico de estas épocas del año, debería desaparecer en las próximas semanas.