Totopos de sabores contra la obesidad

No, no es una broma, los totopos o como comúnmente conoces a los chips que usas para comer tu guacamole, ¡podrían ayudar a controlar tu peso! Reyna Alexandra López López y Martha Xhunaxhi López Monroy, estudiantes de la preparatoria Jerome Bruner ubicada en Oaxaca, México, crearon unos innovadores totopos que a comparación de los que comúnmente conocemos, fueron elaborados sin utilizar colorantes ni conservadores.

Iniciaron este proyecto a principios de mayo, en la Feria Internacional de Ciencia, Innovación y Tecnología que planificó su escuela y en la cual lograron ganar un pase para representar a México a nivel internacional que se llevará a cabo el próximo año en Chile.

Actualmente, las estudiantes tienen 16 y 17 años, cursan el cuarto semestre de preparatoria y con la asesoría de la maestra Reyna Rosario Montaño Guerra lograron obtener que esta alternativa alimenticia fuera atractiva.

Los totopos son alimentos tradicionales en Istmo de Tehuantepec, un pueblo muy cerca de su escuela, los hacen mujeres indígenas que preparan la masa y ponen a cocerlos a altas temperaturas en el comixcal que son grandes ollas de barro.

Este proceso poco conocido fue el que llamó la atención de las alumnas y lo quisieron mejorar agregándole alternativas naturales a los totopos, pues la mayoría de la población los consume.

Son de distintos sabores como de linaza, avena, chile, chocolate y plátano que tienen entre 15 y 20 calorías los últimos dos son los que más les gustan a los niños.

Por último, las estudiantes junto con las asesoras, comentaron que el hacer frente a la obesidad al comer un totopo bajo en grasas es la única finalidad y los resultados han sido satisfactorios, además de que podría ser un gran método para empezar a dejar de comer botanas que son altas en calorías.

“Creíamos que si nosotras, como jóvenes, no le damos la importancia al totopo como alimento importante de nuestra gastronomía, nadie más lo hará, y ahora vemos que con estas alternativas ha llamado la atención de los jóvenes, nuestros compañeros que nos encargan y nos compran. Se ha vuelto a valorar un producto que es nuestro, y eso nos alegra” comentaron las estudiantes.