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1.400 han estado detenidos más allá del límite legal de tres días.

La Patrulla Fronteriza mantiene bajo custodia a más de 3.200 niños y niñas inmigrante que llegaron a Estados Unidos sin la compañía de sus familiares. De ese total, 1.400 han estado detenidos más allá del límite legal de tres días, de acuerdo con medios locales.


Casi 170 niños que permanecían detenidos hasta el 8 de marzo eran menores de 13 años, informó una fuente citada por la prensa estadounidense. Hasta hace unos días, el número de menores bajo custodia de la Patrulla Fronteriza era tres veces mayor que las cifras registradas dos semanas antes y casi el doble de los 1.700 que estaban en dependencias de la agencia la semana pasada.

La ley permite que los menores estén bajo detención por 72 horas; sin embargo, al menos 1.300 niños habían estado custodiados por más del tiempo reglamentario, antes de ser trasladados a albergues administrados por el Departamento de Salud.

Durante febrero, la Patrulla Fronteriza transfirió a más de 7.000 menores inmigrantes al Departamento de Salud, que sería la cifra más alta registrada en el mismo mes de años anteriores. Ahora, hay alrededor de 2.600 niños esperando llegar a estos albergues, pero solo hay 500 camas disponibles.

Uno de los retos que tiene que enfrentar Joe Biden parte de las consecuencias de haber cancelado las políticas anti-migratorias de Donald Trump. Por lo tanto, la situación de las personas migrantes en la frontera sur de Estados Unidos representa un desafío para el nuevo gobierno.

Mientras que Trump había implantado medidas que forzaban el regreso a México de los migrantes que llegaban pidiendo asilo a Estados Unidos, Biden ha revertido esto para permitir que las personas que solicitan asilo puedan recibir amparo por parte de Estados Unidos hasta que tengan una audiencia para determinar su estatus migratorio.

La campaña de Biden despertó interés en los migrantes a causa de las promesas de crear políticas migratorias justas y humanitaria; sin embargo, ahora enfrenta los reclamos de quienes demandan que los centros de detención de migrantes sean clausurados, así como grupos religiosos y comunitarios, que solicitan alojamiento y cuidados para las personas indocumentadas.

No obstante, la realidad de los migrantes distinta. Algunas personas provenientes de Centroamérica han logrado entrar a Estados Unidos en busca de un mejor futuro, pero ha sido deportados, también, ha tenido la opción de regresar gratuitamente a su país de origen.

Por otro lado, hay ciudadanos tanto de México, como de Honduras y otros países latinos, que se encuentran en las fronteras o se han visto obligados a entrar a México. “Tengo miedo de volver a Honduras, pero tengo aún más miedo de quedarme aquí”, asegura Denia Carraza, joven hondureña de 24 años.