Las compañías farmacéuticas y los inversores relacionados con la industria han decidido vender miles de acciones luego de conocerse la noticia de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido nombrar a Robert F. Kennedy Jr. como nuevo director del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Kennedy, conocido por su fuerte activismo, ha sido uno de los principales negacionistas del uso de vacunas en Estados Unidos, asegurando, entre otras cosas, que estas pueden estar relacionadas con el desarrollo de autismo en niños.
El anuncio de Trump provocó que, al cierre de la semana pasada, algunas de las compañías farmacéuticas más grandes del mundo, como Moderna o AstraZeneca, registraran fuertes caídas en sus acciones.
Por ejemplo, las acciones de Moderna, una de las principales productoras mundiales de vacunas basadas en ARNm, se desplomaron un 5% el jueves por la noche y otro 8% el viernes al cierre de las operaciones en la Bolsa de Nueva York.
Por su parte, la farmacéutica alemana BioNTech, una de las primeras en lanzar una vacuna contra el COVID-19, cayó un 7% el jueves y otro 5% el viernes; mientras que AstraZeneca perdió un 3%.
Entre las propuestas consideradas por Kennedy están el cese del uso de flúor en el agua potable, así como la prohibición de cientos de aditivos alimentarios y productos químicos, y la eliminación de los alimentos ultraprocesados de los almuerzos escolares; todo esto en el marco de un ambicioso plan para la incidencia de enfermedades crónicas causadas por una dieta desbalanceada.
Trump, entretanto, aseguró que el departamento de salud debe tener “un rol fundamental para garantizar que toda nuestra población esté protegida contra los químicos, contaminantes, pesticidas, productos farmacéuticos y aditivos alimentarios que han causado la grave crisis sanitaria en este país”.
Cabe destacar que Kennedy ha argumentado que no está totalmente en contra de las vacunas, sino que desea que estas sigan un proceso de pruebas más riguroso. No obstante, desde hace varios años, dirige una organización sin fines de lucro llamada Children’s Health Defense, la cual anima a los padres a evitar vacunar a sus hijos.
“Si estoy haciendo senderismo y veo a alguien con un bebé en brazos, de inmediato le digo que mejor no lo vacune”, expresó en una entrevista en 2021.
Desde el bando demócrata, las críticas a este nombramiento no se han hecho esperar. El congresista californiano Robert García describió la decisión de Trump como “jodidamente loca”, advirtiendo que “esto va a costar vidas”.
“[Kennedy] destruirá toda nuestra salud pública y el sistema de distribución de vacunas. Esto va a costar vidas”, aseveró.
