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Las autoridades aseguran que es muy probable que se trate de un incidente aislado.

Un hombre ha logrado disparar y asesinar a al menos cinco personas con un arco y una flecha este miércoles en la ciudad de Kongsberg, Noruega, antes de ser detenido por la policía local.

Hasta el momento se desconoce el motivo del ataque, pero las autoridades aseguran que es muy probable que se trate de un incidente aislado.

“El hombre que llevó a cabo el acto ha sido detenido por la policía y hasta ahora no existe una búsqueda activa de otros individuos. De acuerdo con la información que manejamos, solo este hombre está detrás de esto”, declaró el jefe de la policía regional Oeying Aas a la agencia AP.

La policía logró capturar al hombre alrededor de las 7:30 p.m., hora local, luego de que, aproximadamente una hora después del acto, varias personas informaran haber visto a un individuo armado con un arco merodeando por la ciudad, que se encuentra a casi 50 kilómetros al suroeste de la capital noruega, Oslo.

El ataque se produjo en varios sitios, incluyendo un supermercado, y Aas afirmó que por esta razón a su departamento le tomó cierto tiempo el encontrar al sospechoso y recaudar información crucial sobre la situación. Entretanto, las fuerzas del orden indicaron a los residentes que permanecieran en el interior de sus viviendas.

Por su parte, la primera ministra de Noruega, Erna Solberg, expresó en una rueda de prensa que la situación era “espantosa”, pero que, no obstante, ya la policía había tomado el control.

Asimismo, agregó que aún es demasiado pronto para determinar si se trata de un acto de terrorismo.

“Hago hincapié en que todavía no sabemos si es terrorismo o no”, expresó.

Desde el Ministerio de Justicia y Preparación para Emergencias de Noruega aseguraron que ya estaban ejecutando todos los protocolos pertinentes. Igualmente, la Dirección de la Policía Nacional también emitió una orden nacional para poner en alerta a los oficiales, pero señaló que las no existen indicios que generen una alteración en el nivel de amenaza terrorista del país.

El ataque se produce más de una década después de que Anders Breivik, militante de extrema derecha, detonase una bomba cerca de las oficinas gubernamentales en Oslo y luego llevase a cabo una masacre con armas de fuego en un campamento de verano organizado por la fracción juvenil del izquierdista Partido Laborista. En ese entonces, se reportaron 77 víctimas mortales.

A causa de esto, Breivik fue condenado a 21 años de prisión, el máximo según la ley noruega, pero esta pena podría extenderse si la justicia decide aún es un peligro para la sociedad.