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Se han administrado unos cinco millones de dosis en la Unión Europea.

El Gobierno alemán ha comenzado a seguir las recomendaciones del Instituto Paul Ehrlich que indican que es necesario comprobar la relación que podría existir entre la vacuna de AstraZeneca y los nuevos casos de trombosis registrados en Europa posteriores a su aplicación.

Por lo tanto, se ha suspendido la aplicación de nuevas dosis de esta vacuna mientras se determinar si, en efecto, está vinculada con los casos de trombosis. El Ministerio de Sanidad alemán indicó que sería la Agencia Europea del Medicamento (EMA) quien decidirá su esta nueva información afecta la autorización de la vacuna y cómo.


Alemania se suma a la lista de países que han decidido detener el uso de esta vacuna, que es una de las que están siendo aplicadas para contrarrestar la pandemia, junto a Países Bajos, Irlanda, Dinamarca, Islandia y Noruega, así como en Italia y Austria, en caso de algunos lotes.

La EMA, por su parte, ha registrado hasta ahora 30 casos de trombosis tras una dosis de la vacuna de AstraZeneca. Para la fecha, se han administrado unos cinco millones de dosis en la Unión Europea.

Sin embargo, la EMA también indicó que la tasa de casos de trombosis entre los vacunados no es mayor que la del conjunto de la población, hasta ahora, se trata de pocos casos, pero igualmente han precisado que es importante analizar con detalle con la situación y las implicaciones que tendría el que la trombosis fuese un efecto secundario de la vacuna AZD1222.

Tras el anuncio de Alemania, Francia tomó medidas similares. A través de su cuenta de Twitter, el reportero francés Paul Larrouturou confirmó que el presidente Emmanuel Macron había suspendido el uso de la vacuna.

“Después de Alemania, Emmanuel Macron anuncia que Francia suspende por preocupación la vacunación con AstraZeneca hasta mañana después del mediodía, tiempo en el que la instancia europea (EMA) se pronuncie”, explicó.

La vacuna de AstraZeneca, que fue fuertemente criticada desde el comienzo por dudas sobre su efectividad y posibles efectos secundarios, es la tercera aprobada en la Unión Europea, después de las de Pfizer y Modern.

No obstante, a pesar de haber sido autorizada, el Gobierno alemán recomendó que esta vacuna fuese administrada a personas entre los 18 y 64 años, puesto que no se habían hecho suficientes pruebas con personas mayores.

Aunque esta restricción fue eliminada como una medida por parte del Gobierno federal para acelerar la campaña de vacunación y comenzó a emplearse la vacuna AZD1222 en toda la población, junto a las otras dos ya aprobadas.