Australia
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Australia ha alcanzado un momento histórico en su transición energética. Por primera vez, la electricidad generada a partir de fuentes renovables superó a la producida por carbón en la red principal del país, según datos registrados en septiembre de 2025. Este avance refleja el impacto creciente de tecnologías limpias como la solar, la eólica, la hidroeléctrica y la biomasa, que juntas alcanzaron una cuota récord del 48,8% en la generación eléctrica nacional.

 

El cambio se produce en un contexto de transformación global, donde la urgencia por reducir las emisiones de carbono y combatir el cambio climático ha impulsado inversiones masivas en energías limpias. En Australia, la energía solar fotovoltaica ha sido el motor principal de este crecimiento, seguida por la eólica, que ha ganado terreno en regiones con condiciones favorables para su desarrollo.

Este logro no solo representa un avance técnico, sino también un giro estratégico en la matriz energética del país, históricamente dependiente del carbón. Durante décadas, Australia ha sido uno de los mayores exportadores de carbón del mundo, y su economía ha estado estrechamente ligada a los combustibles fósiles. Sin embargo, la creciente conciencia ambiental, junto con políticas de incentivo y la reducción de costos en tecnologías renovables, han acelerado el cambio.

El informe de Rystad Energy destaca que en septiembre se generaron 8,48 teravatios hora a partir de fuentes renovables, superando por primera vez la producción mensual del carbón. Este dato se considera simbólico y estratégico, ya que demuestra que las energías limpias no solo son viables, sino competitivas frente a las fuentes tradicionales.

Expertos señalan que este punto de inflexión podría consolidarse en los próximos años, especialmente si se mantienen las inversiones en infraestructura, almacenamiento energético y redes inteligentes. Además, el crecimiento de la demanda eléctrica en Australia está siendo cubierto en gran parte por fuentes renovables, lo que refuerza su papel como solución sostenible a largo plazo.

La superación del carbón por parte de las renovables también tiene implicaciones sociales y económicas. Se espera que el sector de energías limpias genere miles de empleos en áreas como instalación, mantenimiento, investigación y desarrollo. Asimismo, comunidades rurales y remotas se están beneficiando de proyectos descentralizados que mejoran el acceso a energía y reducen costos.

Este avance posiciona a Australia como un referente en la transición energética global. El país demuestra que, con voluntad política, innovación y compromiso ambiental, es posible transformar profundamente el modelo energético y avanzar hacia un futuro más limpio y resiliente.