Foto: Unsplash

Los jugadores fueron atacados a través de las redes sociales luego de la derrota del equipo británico ante su par italiano la semana pasada.

Hasta el momento, cinco personas han sido puestas a la orden de las autoridades luego del escándalo que suscitaron los insultos racistas sufridos por los jugadores ingleses Marcus Rashford, Bukayo Saka y Jadon Sancho durante la final de la Eurocopa 2020. Los jugadores fueron atacados a través de las redes sociales luego de la derrota del equipo británico ante su par italiano la semana pasada. Cabe destacar que estos tres futbolistas fallaron sus turnos en la definición por penales, razón por la cual los “Leones” no pudieron alzarse con la victoria.

En declaraciones ofrecidas a la BBC, el comisario Mark Roberts aseguró que el ataque fue un acto “absolutamente vil”. “Si llegamos a identificar a quien está detrás de este crimen, tengan por seguro que lo rastrearemos, lo encontraremos y le haremos enfrentar las graves consecuencias de acciones tan vergonzosas”, expresó.

Según informan las autoridades, “un torrente de comentarios racistas” dirigidos hacia jugadores afrodescendientes de la selección de fútbol de Inglaterra aparecieron en redes sociales el día domingo, luego de la derrota sufrida ante la selección italiana. De acuerdo con lo que informan los medios locales, la última detención registrada fue hecha por la policía de Cheshire, que arrestó a un hombre de 42 años que poseía material escrito amenazante que podría incitar a un mayor número de muestras de odio racial. Empero, el hombre ha sido liberado provisionalmente, aunque continuará bajo vigilancia policial.

Esta situación, en palabras de Roberts, “ha sacudido a los ciudadanos en todo el país”. “Nuestro equipo ha sido un verdadero modelo a seguir a lo largo del torneo, comportándose con el mayor profesionalismo y la mayor dignidad. Realmente me molesta que existan individuos que piensan que es aceptable dirigir tan aborrecibles insultos a otras personas”, comentó. De igual forma, enfatizó que continuarían teniendo estrecho contacto con personal de diversas plataformas de redes sociales para seguir rastreando posibles responsables de más ataques racistas.

Por su parte el primer ministro británico, Boris Johnson, ha prometido la prohibición del ingreso a los estadios de fútbol por un período de hasta 10 años a quien emita comentarios denigrantes en internet. El dirigente afirmó estar “en shock ante el aborrecible abuso dirigido hacia varios de nuestros futbolistas luego del partido del domingo”.

“Estamos trabajando muy de cerca con las autoridades futbolísticas y policiales para asegurarnos de que estos abusadores en línea sean baneados de los campos de fútbol, tal y como hacemos con aquellos que cometen infracciones en las calles”, escribió Johnson en su cuenta en Twitter. “Condeno y aborrezco la ola de comentarios racistas que vimos la noche del domingo”, enfatizó.