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La economía de Estados Unidos registró la incorporación de solo 73.000 nuevas plazas laborales en julio, una cifra muy inferior a las previsiones del mercado y que exacerba la inquietud por la escalada de la guerra arancelaria del gobierno del presidente Donald Trump. Asimismo, la tasa de desempleo subió del 4.1 % en junio al 4.2 %, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.

Diversas predicciones proyectaban la incorporación de alrededor de 109.000 empleos en julio, por lo que este resultado causó sorpresa y alimentó los temores de un enfriamiento en la demanda laboral.

Tras la divulgación del informe, las acciones de Wall Street registraron ligeras caídas y los futuros anticipaban descensos en los principales índices al iniciar la sesión.

Al mismo tiempo, el reporte incluyó una revisión de las cifras de meses previos, las cuales sufrieron recortes drásticos: los empleos reportados en mayo pasaron de 144.000 a 19.000, y los de junio de 147.000 a 14.000, lo que supone 258.000 plazas menos respecto a las estimaciones iniciales.

En cuanto a los números por sector, la salud y la asistencia social sumaron 73.300 empleos, pero el empleo federal perdió 12.000 puestos. Desde enero, la plantilla pública ha retrocedido en 84.000 trabajadores, un reflejo de los ajustes en la nómina y los aumentos en la rotación.

Thomas Ryan, economista de la firma Capital Economics, advirtió que el promedio de creación de empleo en los últimos tres meses se sitúa en apenas 35.000 al mes, una señal clara de estancamiento en el mercado laboral.

“No tenemos mucho que celebrar en julio”, aseguró el experto. “Esta es una cifra difícil de interpretar como solo una señal de estancamiento en la contratación. Podríamos incluso estar hablando de una desaceleración del crecimiento demográfico”, añadió.

Por su parte, Michelle Bowman, vicepresidenta de supervisión de la Reserva Federal (FED), alertó de la “creciente fragilidad” del mercado laboral y advirtió que postergar la bajada de tasas de interés podría agravar la desaceleración económica.

Donald Trump, que lleva meses acusando al director de la FED, Jerome Powell, de inacción, celebró la intervención de Bowman y exigió al resto de la directiva del organismo asumir la política monetaria si Powell persiste en su reticencia a recortar los tipos de interés mientras se analizan los efectos de los aranceles sobre la inflación y el crecimiento.

La publicación de estos datos coincide con la divulgación del estado del Producto Interno Bruto, que aumentó un 3% en el segundo trimestre luego de una contracción de un 0.5 % en los primeros tres meses. Este ritmo irregular es atribuido en parte a compras adelantadas de importaciones justo antes de la entrada en vigor de nuevos aranceles y a su posterior moderación.

En el conjunto del primer semestre, la economía estadounidense se expandió solo un 1.2 %, por debajo del 2.5 % registrado en 2024.