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Un taiwanés de 96 años salvó su pueblo con arte

Hace muchos años, una aldea de Taiwán iba a ser demolida para construir un nuevo complejo de apartamentos, porque sólo tenía un habitante, Hang Yung-fu, en ese entonces, tuvo la increíble idea de salvarla convirtiéndola en una colorida atracción turística gracias a su arte pintoresco.

Un día a Huang Yung, se le ocurrió matar el aburrimiento de su soledad pintando su casa. Comenzó por dentro, pero pronto el espacio se le empezó a quedar pequeño y trabajó también en las paredes exteriores decorándolas con llamativos y variopintos colores y figuras.

Actualmente, a sus 96 años recibe a los visitantes de su aldea, Taichung, en el centro de Taiwán, dándoles la bienvenida. Lo hace con las manos y los zapatos salpicados de pintura, restos del trabajo artístico diario que lleva años realizando para que el gobierno no destruya su hogar.

Este ex soldado todavía se levanta a las 3 de la mañana todos los días para hacer lo que más le gusta, pasarse horas horas pintando las paredes de las casas con coloridos colores y pintorescas figuras. Tiempo atrás, en el distrito de Nantun, Taichung, era una aldea próspera con más de 1.200 casas, la mayoría de ellas de ex soldados de la guerra.

Gracias a su pasión, el ahora conocido como ‘Abuelo Arcoíris’ ha logrado mantener a salvo su pueblo y su hogar de las intenciones del gobierno de arrasar con todo. A él le encanta su trabajo y dice que, aunque requiere de mucha energía, lo seguirá haciendo aun cuando tenga 100 años.