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Hay fundamentos suficientes para indicar que este tipo de productos le hace daño al cuerpo humano.

Una investigación sobre el consume de carnes rojas y procesadas ha determinado que no hay fundamentos suficientes para indicar que este tipo de productos le hace daño al cuerpo humano.

La publicación de los hallazgos se ha realizado en la revista ‘Annals of Internal Medicine’ y se ha indicado que, si bien los beneficios para el cuerpo humano del consumo de este tipo de carnes son reducidos, no hay suficientes razones para indicar a las personas que no deben hacerlo, pues no se ha demostrado que sea dañino para el cuerpo humano pese a las advertencias constantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El análisis, que contó con 14 autores, tuvo opiniones divididas, pero la mayoría (11 de los 14) han recomendado al público mantener el consumo de carnes rojas y procesadas en sus dietas, mientras que los otros tres recomendaron reducirlo levemente el consumo. El estudio afirma que la certeza para demostrar estas reducciones de riesgo fue entre baja y muy baja, en referencia a la influencia del consumo de carnes sobre patologías cardiacas y cáncer.

La Directora científica de epidemiología de la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer, Marji McCullough indicó a CNN en una entrevista: “No están diciendo que la carne tenga menos riesgos, lo que están diciendo es que el riesgo con el que todo el mundo está de acuerdo es aceptable para las personas”.

Por su parte, Frank Hu, quien preside el Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud de la Universidad de Harvard, aseguró que las declaraciones realizadas en el artículo son verdaderamente irresponsables y desconcertantes, en especial porque considera que la evidencia ocasionada por el alto consumo de carne roja es muy clara.

Algunos científicos han criticado a ‘Annals of Internal Medicine’ por agregar este estudio a su más reciente edición, pues “perjudica la credibilidad de la ciencia de la nutrición y erosiona la confianza pública en la investigación científica” debido al cuestionamiento de los valores nutricionales a los que han hecho referencia los profesionales de la salud y que han sido por años “verdades aceptadas”, de hecho, algunos de los críticos habían pedido que no hicieran la publicación.

No es la primera vez que opiniones sobre las tendencias nutricionales actuales crean inconformidad en científicos más tradicionalistas, lo mismo ha pasado previamente con las sales, las grasas y los carbohidratos, en el último caso, cuando se ha afirmado que la hora de su consumo, no afecta la ganancia o pérdida de peso.