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Esta nueva proyección supera a la presentada el mes anterior por 1,1 puntos porcentuales.

Argentina ha sido un país cuya economía se ha caracterizado por su inestabilidad y porque, en sí, siempre hay una crisis latente; sin embargo, Alberto Fernández no ha podido lograr su cometido de mejorar en esta área, como fue su propuesta de plan de gobierno que le dio la victoria sobre Mauricio Macri en las elecciones presidenciales del 27 de octubre de 2019.


En la edición de noviembre del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), una encuesta realizada mensualmente por el Banco Central de Argentina, mostró las previsiones que tienen algunos de los actores más importante del mercado. Estos analistas han previsto que para 2021, el país sudamericano tendrá una inflación del 50%, claramente superior a la que registrará este año.

Esta nueva proyección supera a la presentada el mes anterior por 1,1 puntos porcentuales. De igual formas, los 42 especialistas consultados han estimado que los precios al consumidor podrían elevarse próximamente, mientras esperan que la inflación registrada para el final de este año sea de un 36,7 por ciento.

Durante los primeros diez meses de 2020, el índice de precios al consumidor ha registrado un incremento del 26,9 por ciento, de acuerdo con cifras oficiales.

Los expertos han estimado también que la inflación para el próximo semestre se moverá en un rango que oscila entre el 3,3 y el 4,1 por ciento mensual, sin importante el comportamiento del dólar en el mercado.

Por su parte, el Banco Central se mostró optimista al asegurar que, de cumplirse estas expectativas, la inflación de 2020 estará unos 17 puntos por debajo de la registrada en 2019, cuando se elevó hasta el 53,8 por ciento.

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El primer año de Fernández no ha sido realmente bueno

Alberto Fernández cumplirá su primer año en la presidencia el 10 de diciembre, pero ya ha sido calificado como uno de los peores en la historia económica de Argentina, además, marcado por una herencia de recisión, inflación y endeudamiento que se agudizó debido a la pandemia por coronavirus.

No obstante, el Gobierno de Fernández estaba comenzando a tomar medidas para contener la crisis económica, pero la pandemia detuvo este proceso. Las estrictas medidas de aislamiento decretada a finales de marzo paralizaron casi en su totalidad la economía, lo que generó graves caídas en la industria y la construcción, desplome en el consumo, cierre de empresas y comercios, a la vez que los niveles de desempleo y pobreza aumentaron.

Por otro lado, el propio Ejecutivo afirmó, a través de proyecciones, que el producto interno bruto del país sufrirá una caída del 12,1 por ciento, siento el peor de los registros estadísticos del país.