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En su lucha contra el separatismo cultural musulmán, Francia prohibirá los certificados de virginidad a través de su nueva legislación.

Francia prohibirá los certificados de virginidad y sancionará a los médicos que continúen emitiéndolos, como parte de las medidas del proyecto de ley en el que se encuentra trabajando el Gobierno de Macron que tiene como objetivo luchar contra los separatismos culturales por parte de los musulmanes.


El “separatismo” es un término usado en la nación europea para hacer alusión al intento de una comunidad, como los musulmanes radicales, en este caso, de imponer sus propias leyes dentro del sistema y a su vez irrespetar los valores esenciales republicamos, como el laicismo y la plena igualdad de género.

Gérald Darmanin, ministro del Interior de Francia, continúa matizando el proyecto de ley que servirá para combatir el separatismo cultural musulmán y, de esta manera, prohibir comportamientos que atentan contra la dignidad de la mujer, que comienza con la denominada “tiranía masculina” que pretende imponer códigos de conducta y dan lugar a revisiones para certificar si una mujer es virgen.

Aunque en la actualidad los certificados de virginidad no son tan frecuencias en Francia, continúa habiendo peticiones y médicos que aceptan a emitirlos, a pesar de las objeciones por parte de los colegios profesionales, quienes taxativamente han dejado en claro que están en desacuerdo con esto y que la seguridad social no cubre un servicio como ese.

Normalmente, estos certificados son solicitados para mujeres jóvenes que van a casarse, en la mayoría de los casos, en su país de origen, por lo que optan por una revisión médica para que un ginecólogo confirme por escrito que su himen está intacto y así tranquilizar a la familia del novio o al padre de la mujer.

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La nueva legislación, que será tramitada en el Parlamento en otoño, serviría para facilitar el cierre de lugares de culto y de páginas de internet que sirvan como plataformas para la reproducción de mensajes que vayan en contra de los principios de Francia. Igualmente, habrá un endurecimiento en los mecanismos de control y en las sanciones para los que practiquen la poligamia.

En enero, el presidente Emmanuel Macron lanzó su campaña contra el separatismo cultural, pero el estallido de la crisis sanitaria a la raíz de la pandemia por coronavirus obligó a detener los trabajos de preparación del proyecto de ley. Por su parte, Darmanin ha estado estudiando los comportamientos sociales y prácticas religiosas y sociales además de las musulmanas que deberán prohibirse al ser aprobada la nueva legislación.

Esta legislación está siendo objeto de un trabajo de campo en el que intervienen alcaldes, prefectos y algunas asociaciones musulmanas.