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El legislador de izquierda Gabriel Boric fue elegido este domingo como nuevo presidente de Chile.

El legislador de izquierda Gabriel Boric, que saltó a la fama durante las protestas antigubernamentales de 2019, fue elegido este domingo como nuevo presidente de Chile.

Con casi el 99 por ciento de los colegios electorales contabilizados, Boric obtuvo una victoria con el 56 por ciento de los votos, dejando muy atrás a su oponente, el ultraconservador José Antonio Kast, con un 44 por ciento.

En un gesto de cortesía que rompió con la retórica polarizada de la campaña, Kast reconoció de inmediato su derrota, publicando en su cuenta en Twitter una foto de sí mismo hablando por teléfono con su oponente y felicitándolo por su “gran triunfo”.

A sus escasos 35 años, Boric se convierte de esta manera en el presidente más joven de la nación sudamericana.

Por su parte, el presidente saliente, Sebastián Piñera, de ideología conservadora, sostuvo una sesión de videoconferencia con Boric para manifestarle el apoyo de su administración en lo referente a la transición de gobierno, la cual durará tres meses.

“Voy a ser el presidente de todos los chilenos”, expresó Boric en la breve comparecencia televisada con Piñera. “Voy a hacer todo lo posible para asumir este tremendo desafío”.

Boric, que tomará posesión del cargo en marzo, ha aprovechado el descontento de la población con el modelo económico de mercado de Chile, que se considera que ayudó a impulsar décadas de rápido crecimiento pero avivó la desigualdad.

Ese desequilibrio condujo a levantamientos sociales generalizados en 2019, encendiendo la mecha para el ascenso político de la izquierda progresista y la redacción de una nueva constitución, puesto que la vigente data de la era de la dictadura de Augusto Pinochet.

Oriundo de Punta Arenas, en el extremo sur de Chile, Boric fue dirigente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile en Santiago. Saltó a la fama liderando protestas en 2011, las cuales exigían una educación de mayor calidad y más barata.

Para 2014 ya se había hecho con un escaño en el Congreso nacional como legislador de la cámara baja, en representación de la vasta y escasamente poblada región de Magallanes, en el extremo sur de Chile.

En la campaña electoral del presente año, prometió “enterrar” el modelo económico neoliberal dejado por la dictadura de 1973-1990 del general Augusto Pinochet, así como aumentar los impuestos a los “superricos” para ampliar los servicios sociales, combatir la desigualdad e impulsar la protección del medio ambiente.

En el centro de la ciudad capital, Santiago, sus seguidores tomaron las calles para manifestar su euforia por el triunfo, ondeando banderas con la imagen del presidente electo. También pudieron observarse banderas pertenecientes a grupos LGBT, los cuales han respaldado históricamente sus propuestas inclusivas y sus planes para reformar el modelo económico actual.