Aun cuando la pandemia sigue afectando a una gran parte del mundo, el Gerente General de los Yankees habló sobre la posibilidad de celebrar la temporada 2020.
A pesar de que en muchos países no se ha establecido una fecha de finalización de la cuarentena por el COVID-19, los deportistas han hablado en varias ocasiones de sus necesidades.
Las Ligas Mayores de Béisbol no han escapado de ello, especialmente cuando dos de los entes más importantes que la conforman se encuentran negociando. El Gerente General de los Yankees de Nueva York, Brian Cashman, ha expresado su opinión sobre la temporada 2020.
Cashman ha manifestado a los medios de comunicación su optimismo en cuanto a las negociaciones entre la Asociación de Jugadores y los propietarios de la MLB.
“No puedo prometer nada, pero ¿soy optimista? Soy optimista. No represento a los jugadores ni a la Asociación (de jugadores). Obviamente, hay muchos obstáculos por los que todos intentan navegar aquí, y ciertamente tratar de encontrar un terreno común adecuadamente con la Asociación de Jugadores es uno de ellos”, comentó.
El motivo de las negociaciones es por el pago a los jugadores, pues muchos de ellos se muestran poco receptivos a la propuesta de 50-50 de la MLB y que, además, han manifestado que volver a entrenar representa un gran riesgo para salud de ellos y sus compañeros.
La salud como prioridad de la liga
En cuanto al COVID, Jared Diamond y Louise Radnofsky han comentado que la MLB planea realizar pruebas de despistaje del virus de forma frecuente tanto para los jugadores como para todos los trabajadores que ingresen a los estadios. Las pruebas se realizarían una vez a la semana.
Las personas infectadas serán “descartadas” y no podrán continuar jugando o entrenando, de igual manera, trabajan en diversas reglas para disminuir las posibilidades de contagio, tales como no dar la mano, no escupir y mantener el distanciamiento social, tal como lo pide la Organización Mundial de la Salud.
El tiempo como remedio al conflicto
Especialistas afirman que la cuarentena podría permitir que la liga se celebre de forma satisfactoria, ya que permite negociar en un ambiente en el que los jugadores no están contentos por las propuestas salariales y los equipos enfrentan una posible disminución de los ingresos ante la prohibición de la celebración de grandes eventos y aglomeraciones, lo que implicaría no tener fanaticada en ningún estadio.
Otros jugadores, como Aaron Judge, se recuperan de lesiones y, aunque sus voceros y entrenadores no tengan clara la posibilidad de su participación en la temporada, el realizar la temporada a finales de año amplía sus posibilidades de volver al terreno de juego.
