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Varios aparatos pertenecientes a la fuerza aérea china realizado sobrevuelos sobre el espacio aéreo taiwanés.

El ministro de defensa de Gran Bretaña, Ben Wallace, solicitó este jueves a China que allane el camino hacia una solución pacífica de su disputa Taiwán, señalando también advirtiendo que las recientes operaciones con aeronaves de guerra en lo que Taiwán considera como su zona de defensa aérea resultaban peligrosas y podrían convertirse en catalizadoras de un conflicto de escala regional.

Las principales potencias occidentales (entre ellas, Estados Unidos y Gran Bretaña) y Taipei se encuentran en estado de alerta debido a que, desde el pasado 01 de octubre, varios aparatos pertenecientes a la fuerza aérea china realizado sobrevuelos sobre el espacio aéreo taiwanés.

“Militarmente hablando, ellos [China] están tomando posiciones. Estimamos que esto es una actitud imprudente”, aseguró Wallace en una rueda de prensa.

“Corren el riesgo de causar una mayor desestabilización en la región y de generar conflictos en áreas en disputa”, añadió el funcionario en el marco de su visita a Bruselas para asistir a una cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). No obstante, diversos reportes señalan que la situación en Taiwán no será discutida en dicha reunión.

Numerosos expertos en estrategia militar afirman que los sobrevuelos chinos y una potencial respuesta armada de los taiwaneses representan una seria amenaza para la paz de la región, ya que cualquier error podría desencadenar un conflicto de grandes proporciones.

Por su parte, el presidente chino, Xi Jinping, expresó hace un par de semanas que deseaba alcanzar una “reunificación pacífica” con Taiwán, aunque acotó que la independencia taiwanesa era “un peligro oculto” para las ambiciones del gigante asiático. “El separatismo de Taiwán es el mayor obstáculo para lograr la reunificación de la patria y el peligro oculto más grave para el rejuvenecimiento nacional”, acotó Xi.

Taipei, cuya postura política es favorable a Occidente, últimamente sufre una mayor presión militar y política por parte de Pekín para aceptar la soberanía china sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde.

Wallace comentó que observa ciertas similitudes entre la situación de Taiwán y la de Hong Kong. La ex colonia británica fue entregada a China en 1997 bajo el lema de “un país, dos sistemas”, por lo que los hongkoneses disfrutan de ciertas cosas que no se viven en el continente, como la libertad de expresión y un sistema de libre mercado.

Empero, en los últimos años, el Partido Comunista de China ha implementado una férrea ley de seguridad nacional con el fin de reprimir cualquier intento de sedición. Sin embargo, los oficiales de Beijing y Hong Kong han negado en repetidas oportunidades que dicha ley posea un carácter represivo.