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Según las autoridades, en el país actualmente existen alrededor de 80 incendios de grandes proporciones activos.

La reciente ola de incendios forestales en Estados Unidos ha forzado la evacuación de miles de personas y ha dejado cientos de casas reducidas a cenizas. Según las autoridades, en el país actualmente existen alrededor de 80 incendios de grandes proporciones activos. El más preocupante de todos es el llamado incendio Bootleg (nombrado así por su cercanía a Bootleg Spring), uno de los más grandes registrados en la historia del estado de Oregón, que ya ha consumido más de 1.200 kilómetros cuadrados de bosque y ha amenazado la vida de alrededor de 2.000 habitantes de pueblos cercanos.

En estos momentos, 2.000 bomberos se encuentran intentando sofocar las llamas en Bootleg, pero el fuego continúa siendo difícil de controlar. Diversos expertos aseguran que esta situación se debe a la extrema sequía que atraviesa desde hace varias semanas el oeste de Estados Unidos, causada principalmente por el cambio climático. Según los pronósticos, se espera que en los próximos días las temperaturas se mantengan entre 5 y 8 grados por encima de la media, algo que podría tornar aún más cuesta arriba las labores de los bomberos.

“Estamos conduciendo operaciones de día y de noche para mantener a raya el incendio” declaró a la BBC el comandante Joe Hessel. “Este incendio es un verdadero reto, y prevemos una larga batalla en el futuro cercano”, añadió.

Algunos de estos incidentes han sido causados por eventos naturales. Por ejemplo, el de Kamarack, en la frontera entre los estados de California y Nevada, fue provocado por la caída de un rayo, y llegó a expandirse por más de 80 kilómetros cuadrados. Sin embargo, otros han contado con participación humana. En California, algunos han señalado a la compañía eléctrica PG&E como la responsable del reciente incendio de Dixie. Cabe destacar que la firma ya había sido culpada en 2018 por el incendio Camp Fire, el más grande en la historia del estado.

Entretanto, las llamas no solo se expanden en los Estados Unidos. Recientemente, el vecino país de Canadá ha reportado más de 150 incendios, especialmente en la provincia de Columbia Británica. Decenas de aviones militares y equipos de socorristas han sido enviados a la zona, donde, paradójicamente, también existe el peligro inminente de las inundaciones debido al inusual derretimiento de las nieves de los picos cercanos.

“Esta es una muestra de cómo los eventos naturales extremos se están volviendo más frecuentes” declaró a principios de este mes el primer ministro canadiense Justin Trudeau. “Estaremos allí con nuestro pueblo para ayudarlo a salir de esta situación extremadamente dificultosa”, expresó.