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Se trata de las mayores protestas antigubernamentales en casi seis décadas.

Miles de personas han salido a las calles de La Habana y otras ciudades cubanas para manifestar en contra del gobierno, en medio de una rampante crisis sanitaria y económica. Se trata de las mayores protestas antigubernamentales en casi seis décadas.

Coreando consignas como “abajo la dictadura” y “no más comunismo”, los manifestantes claman principalmente por mayores libertades económicas y de movimiento, fuertemente restringidas por la pandemia. De igual forma, exigen una aceleración del programa de vacunación en un país que, solo en la jornada anterior, contó casi 7.000 infecciones y 47 muertes, las cifras más altas desde que se registrara el primer caso de COVID-19 en marzo de 2020.

Las demostraciones de calle comenzaron en la pequeña ciudad de San Antonio de los Baños, pero pronto se extendieron a otras locaciones, incluyendo la capital. La rápida expansión de las protestas tuvo como factor clave a las redes sociales, a través de las cuales fueron transmitidas.

“Este es el día. No podemos más. No tenemos alimentos, no tenemos medicinas, no tenemos libertad. No nos dejan vivir; ya estamos hastiados”, declaró un manifestante a la BBC. En algunos casos, hubo actos de violencia en los que automóviles de la policía fueron destruidos y establecimientos controlados por el gobierno fueron saqueados.

Es importante destacar que la frágil economía cubana depende principalmente de dos rubros: el turismo y la exportación azucarera. El primero se ha visto terriblemente afectado por las restricciones a los viajes debido a la pandemia de COVID-19, mientras que el segundo ha visto sus peores cosechas en décadas. Desde el gobierno aseguran que la caída en la producción y exportación azucarera ha tenido que ver con escasez de la combustible y maquinaria a causa del bloqueo que mantiene Estados Unidos contra la isla.

Por otro lado, voceros oficiales han afirmado que detrás de estas manifestaciones están “mercenarios extranjeros” contratados para desestabilizar el país. Igualmente, han llamado a sus simpatizantes a salir a las calles. “La orden ha sido dada. ¡A las calles, revolucionarios!” señala un video publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Por parte de la Casa Blanca, la enviada especial para América Latina, Julie Chung, ha expresado a través de su cuenta en la red social Twitter su “preocupación” por la situación. “Estamos profundamente preocupados por estos ‘llamados al combate’ en Cuba”, aseguró la diplomática en referencia a lo expresado por el gobierno cubano. “Llamamos a la paz y condenamos cualquier tipo de violencia”, expresó.