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Un gran avance para millones de mujeres que sufren de SOP

Un estudio llevado a cabo por científicos chinos ha revelado que un medicamento antipalúdico utilizado en la medicina tradicional china podría ser útil para tratar el síndrome de ovario poliquístico (SOP), que en la actualidad afecta a una de cada diez mujeres.

El extracto de artemisinina, proveniente de la planta Artemisia Annua o ajenjo dulce, logró impedir que los ovarios produjeran demasiada testosterona, haciendo que las mujeres que lo recibieron por un lapso de 12 semanas mostraran períodos menstruales más regulares.

El síndrome de ovario poliquístico es causado por un exceso de producción de testosterona en los ovarios. Este desequilibrio hormonal genera perturbaciones durante el proceso de ovulación, lo que a su vez se traduce en períodos irregulares y problemas de fertilidad. No obstante, estos no son los únicos efectos negativos del SOP, ya que, de no ser tratado adecuadamente, puede favorecer el desarrollo de resistencia a la insulina y el incremento del riesgo de padecer de obesidad, enfermedades cardíacas y diabetes.

En la actualidad, el tratamiento más difundido contra este síndrome es la píldora anticonceptiva, que ayuda a suprimir la producción de testosterona y, en consecuencia, a controlar los períodos irregulares y los síntomas cosméticos (como el acné o el vello facial) propios del SOP. De igual manera, ciertos fármacos para la fertilidad o hasta un procedimiento quirúrgico podrían favorecer la ovulación en mujeres con dificultades para concebir, pero ninguno de estos tratamientos son completamente eficaces ni son aplicables para todas las personas.

Cabe destacar que este estudio concluyó que la artemisinina fue capaz de bloquear la enzima CYP11A1, que favorece la producción de testosterona en los ovarios. El ensayo preliminar contó con la participación de 19 mujeres con síndrome de ovario poliquístico, las cuales recibieron artemisinina durante 12 semanas. Después de este tiempo, se pudo detectar una reducción sustancial en los niveles hormonales, así como la restauración de los períodos regulares en 12 de las participantes, sin efectos secundarios notificados.

Igualmente, los ciclos menstruales en estas mujeres permanecieron regulares a lo largo de un período de seguimiento prolongado de 12 semanas después de dejar de tomar el medicamento.

De acuerdo con Qui-qun Tang, profesor de la Universidad de Fudan y jefe de la investigación, “las artemisininas parecen ser prometedoras para el tratamiento del síndrome de ovario poliquístico, al inhibir la síntesis de andrógenos ováricos, reducir los folículos inmaduros y mejorar el ciclo menstrual”.

“Ahora intentamos ampliar el período de observación para determinar si se producen recaídas después de un largo tiempo sin tomar el medicamento”, agregó, afirmando que su equipo se encuentra trabajando en la refinación de las dosis con miras a preparar un ensayo clínico más amplio.