Foto: Jim Clarke/Pool via Reuters

El Palacio de Buckingham ha emitido una declaración formal sobre la renuncia de estos a sus títulos nobiliarios.

Luego de la reunión familiar entre Isabel II, reina de Inglaterra, con el Príncipe Carlos, primero en la fila al trono, y los Duques de Sussex, Harry y Meghan, quienes se encuentran en Canadá, pero estuvieron vía telefónica con la familia, el Palacio de Buckingham ha emitido una declaración formal sobre la renuncia de los Duques a sus títulos nobiliarios.

La reina ha roto el silencio sobre el caso y comentó: “Hoy mi familia tuvo discusiones muy constructivas sobre el futuro de mi nieto y su familia. Mi familia y yo apoyamos completamente el deseo de Harry y Meghan de crear una nueva vida como familia joven”, ha publicado en su comunicado oficial.

“Si bien hubiéramos preferido que siguieran siendo miembros de la familia real que trabajan a tiempo completo, respetamos y entendemos su deseo de vivir una vida más independiente como familia sin dejar de ser una parte valiosa de mi familia”, agregó.

Ha afirmado además que es un caso complejo que se debe resolver en familia. “Y aún queda mucho trabajo por hacer, pero he pedido que se tomen decisiones finales en los próximos días”, agregó.

Mientras que los Duques buscan ser financieramente independientes a la brevedad posible, la reina ha agregado en su comunicado: “Harry y Meghan han dejado en claro que no quieren depender de fondos públicos en sus nuevas vidas. Por lo tanto, se acordó que habrá un período de transición en el que los Sussex pasarán tiempo en Canadá y el Reino Unido”.

De momento, no está claro cuando regresará Meghan al Reino Unido, sin embargo, se espera que sea lo antes posible pues habían acordado la división de su tiempo entre ambos países y el cumplimiento de sus compromisos por un periodo de tiempo determinado, de igual forma, tanto Harry como Meghan han afirmado que seguirán apoyando a la familia real, e incluso Harry afirmó que pese a los desacuerdos que hayan podido tener, él y William siempre serán hermanos y estarán el uno para el otro.

El comunicado muestra que Isabel II, de 93 años, da su total apoyo a la decisión de su nieto mientras ha resaltado que aún hay mucho trabajo por hacer futuros arreglos para la pareja y que lo discutirán como una familia.

Las negociaciones finales contarán con la presencia de la reina y el príncipe Carlos, como cabezas de su familia y quienes cuentan con los mayores rangos en la nobleza británica.