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Actualmente, el SPD lidera por un pequeño margen.

El partido socialdemócrata de Alemania (SPD), de tendencia centroizquierdista, ha tomado provisionalmente la ventaja en la carrera electoral, según unos resultados provisionales que parecen cada vez más adversos para el partido de la canciller saliente, Angela Merkel.

Actualmente, el SPD lidera por un pequeño margen, pero el conteo de votos aún se encuentra en proceso de ejecución. No obstante, su líder, Olaf Scholz, ha asegurado que su organización tiene un el camino abierto para gobernar.

Las encuestas a boca de urna arrojaron un empate técnico, pero esta elección ha dejado varias sorpresas, y el resultado final parece que no pondrá punto final a la historia. Por ejemplo, Merkel ha enfatizado que no abandonará su cargo hasta que se forme una coalición, lo cual podría tener que esperar hasta finales de año.

La tarea del sucesor de Merkel es ardua: ser la cabeza de la economía más importante de Europa durante los próximos cuatro años, con el cambio climático como punta de lanza del programa de gobierno.

Los seguidores del SPD festejaron anticipadamente la victoria de su líder, Olaf Scholz. Sin embargo, solo fue horas después, cuando el movimiento centroizquierdista tomó la delantera, que el dirigente expresó ante una audiencia televisada que los votantes le habían ordenado la formación de un “gobierno bueno y pragmático para Alemania”.

Empero, su rival conservador argumentó que la clave de la formación de un gobierno residía en una coalición, no en la búsqueda de “una mayoría aritmética”.

Ahora bien, existen dos actores que podrían resultar determinantes en la situación: los liberales verdes y los liberales del FDP, favorables al libre mercado.

Aunque ninguno de los candidatos liberales verdes obtuvo un resultado contundente, todos juntos representan una cuarta parte de los votos y podrían poner en jaque a conservadores y socialdemócratas.

Los verdes son más populares entre los votantes menores de 30 años, por lo cual cualquiera de los otros movimientos restantes necesitaría de una buena cuota de tacto para lograr atraerlos.

Esta es la primera vez que Alemania se enfrenta a una coalición tripartita, pero según los expertos este es un signo claro de que el país ha entrado en una nueva era política.

Es preciso acotar también que, más allá de los cuatro partidos principales, fue una jornada catastrófica para la izquierda radical, mientras que para la extrema derecha fue agridulce.

La formación izquierdista Die Linke incluso podría quedar fuera del parlamento si su votación final se ubica por debajo del umbral del 5%. Y aunque el poder del ultraderechista AfD parece haber disminuido a nivel nacional, es muy probable que se convierta en el partido más grande en los estados orientales de Sajonia y Turingia.