Imagen de Getty Images

¡Neva en estas montañas color rosa!

Si imaginamos un paisaje nevado, indudablemente el color blanco impregnará toda la panorámica y sin duda es algo que ante nuestros ojos es precioso. ¿Pero te imaginas que en vez de color blanco sea rosa? Como de cuento de hadas; existe nieve de color rosa pero, solo en determinadas condiciones.

La responsable de este fenómeno es un tipo de microalga llamada ‘Chlamydomonas Nivalis’, la cual posee un pigmento adicional que la colorea con tonos rosados y que resiste condiciones extremas como las que hay en la alta montaña; con poco oxígeno y temperaturas bajas.

“Por razones obvias, la nieve rosa a veces es llamada ‘nieve sandía’”, apunta la científica Jennifer Frazer. Muestras de este tipo de nieve han sido recolectadas en glaciares en Groenlandia, Noruega, Islandia, Suecia e Italia. Las superficies de nieve rosada se conocen desde hace miles de años. El propio Aristóteles hace referencia a ella en sus Tratados sobre la Naturaleza y numerosos alpinistas la incluyen en los relatos fantásticos que escriben sobre sus recorridos por tierras vírgenes.

Es importante aclarar que la nieve en sí no es blanca. Cuando nieva, pequeñas burbujas de aire quedan atrapadas en los copos, que serán las responsables de la descomposición de la luz cuando ésta atraviesa el copo. Al descomponerse la luz en las diferentes frecuencias y juntarse todas de nuevo, se producirá la superposición de todos los colores que resulta en el blanco que vemos.