
Inglaterra no logró capitalizar una oportunidad crucial para vencer a Nueva Zelanda en un intenso partido disputado en Twickenham, lo que dejó a su capitán Jamie George reflexionando sobre la derrota en el último suspiro. A pesar de la frustración, George subrayó que el equipo aprenderá de esta experiencia y se preparará para su próximo desafío contra Australia.
El entrenador de la selección inglesa, Steve Borthwick, también expresó su apoyo a George Ford, quien enfrentó críticas tras fallar un penalti y un drop goal en momentos decisivos del partido. Borthwick confía en que Ford se recuperará de estos errores y que el equipo regresará más fuerte en su próximo encuentro.
El partido se definió por un ensayo de Mark Tele’a, quien logró marcar bajo la presión de los jugadores ingleses Harry Randall, Tommy Freeman y Maro Itoje. Inglaterra se encontraba en una posición favorable para ganar, pero no pudo concretar su ventaja, lo que generó decepción entre los jugadores y el cuerpo técnico.
Borthwick destacó la delgada línea entre el éxito y el fracaso, especialmente tras sufrir su tercera derrota consecutiva ante los All Blacks. Reconoció que, a pesar de no haber logrado la victoria, el equipo está en proceso de fortalecerse. Nueva Zelanda, con una plantilla experimentada y una serie de partidos previos, mostró su calidad en el campo, lo que complicó aún más la tarea para Inglaterra.
El entrenador de Nueva Zelanda, Scott Robertson, se mostró aliviado por el resultado y comentó que su equipo había intentado jugar de manera más ofensiva que sus oponentes. A pesar de las oportunidades que tuvo Inglaterra para ganar, Robertson consideró que su equipo merecía el triunfo por su enfoque en el juego.
El número 8 de los All Blacks, Ardie Savea, también reflexionó sobre la naturaleza competitiva del encuentro, señalando que el rugby es un deporte de márgenes finos. Savea expresó su orgullo por el esfuerzo del equipo en defensa, especialmente en los momentos críticos del partido.
Con esta derrota, Inglaterra se enfrenta a un reto importante en su próximo partido contra Australia. La presión está sobre el equipo para demostrar que puede aprender de sus errores y mejorar su rendimiento en el campo. Los adicionados esperan que el equipo logre recuperarse y sea capaz de mostrar un juego más sólido en su siguiente encuentro, mientras que los All Blacks celebran su victoria y se preparan para próximos desafíos en el torneo.