Foto: Sky News

La Bolsa asiática sigue sin recuperarse.

Los mercados bursátiles de Europa rebotaron con fuerza este viernes tras la caída registrada ayer, animados por las inyecciones de liquidez anunciadas en las últimas horas por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Japón.

Este viernes, las bolsas se tomaron un respiro, aun cuando los analistas han considerado limitada la eficacia de la política monetaria implantada por los gobiernos para enfrentar el impacto económico derivado de la propagación del coronavirus y la recientemente declarada pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud.

De acuerdo con Efe, a las 13.30 horas, el Ibex 36, el selectivo de la Bolsa española, subió un 11,6% mientras que Londres ganaba un 8,6; Fráncfort, por su parte, un 8,1%; París un 8,8% y Milán un 17.

El cambio en la tendencia bursátil no ha llegado a las bolsas asiáticas, que cerraron con pérdidas que devinieron del desplome de Wall Street ayer, que bajó el 10%, el mayor descenso desde el registrado en 1987.

Foto: REUTERS/Andrew Kelly

Con estas circunstancias, los mercados asiáticos cayeron en 6,08% para Tokio; 1,14 Hong Kong, Shanghái un 1,23 y Seúl un 3,43%.

Por su parte, Esty Dwek, de Natixis Investment Managers, consideró que las medidas fiscales son “absolutamente necesarias”, a la vez que apuntó que la liquidez no era el problema.

En relación con esto, pronosticó que los datos económicos de marzo serán pobres y el impacto del coronavirus se expandirá hasta el próximo mes.

Asimismo, Stefan Rondorf, de Allianz Global Investors, señaló que los bajos tipos de interés no estimularán la economía por sí solos, tampoco ayudarán a solventar los “cuellos de botella” de las cadenas de suministro.

Sin embargo, consideró que sería importante que los bancos centrales ayuden a mantener la calma y eviten la expansión excesiva de las primas de riesgo para así poder mantener estables los flujos liquidez.

La Reserva Federal de Estados Unidos anunció que inyectaría 1,5 miles de millones de dólares en el sistema financiero como una forma de atajar “las disrupciones altamente inusuales” en los mercados financieros del Departamento del Tesoro.

En la misma línea, el Banco de Japón realizó un aporte en el sistema financiero de 700.000 millones de yenes, que equivaldrían a 6.631 millones de dólares, a través de las compras de bonos soberanos, para intentar mitigar la volatilidad en los mercados.

El BCE informó que comprará deuda por 120.000 millones de euros adicionales hasta final de 2020. Además, impulsará nuevas operaciones de liquidez a largo plazo para que el sistema financiero tenga suficiente liquidez.