
Novak Djokovic, uno de los nombres más grandes en la historia del tenis, encara la temporada 2026 con la mirada puesta en seguir ampliando su legado dentro del circuito ATP. A sus 38 años, el serbio continúa demostrando que la combinación de disciplina, talento y pasión puede mantenerlo en la élite del deporte, incluso frente a rivales más jóvenes que atraviesan su mejor momento competitivo.
El 2025 fue un año de contrastes, pero también de logros significativos. Djokovic alcanzó las semifinales en los cuatro Grand Slams, un hecho histórico que lo convirtió en el jugador de mayor edad en lograrlo en una misma temporada. Además, sumó dos títulos ATP 250, en Ginebra y Atenas, y celebró su triunfo número 100 en el circuito, consolidándose como uno de los pocos tenistas con más de un centenar de trofeos en su carrera. Estos resultados lo mantuvieron en el cuarto puesto del ranking mundial, confirmando que sigue siendo un competidor de primer nivel.
De cara al 2026, Djokovic ha planificado un calendario estratégico que prioriza los grandes torneos. Su objetivo principal es conquistar un 25º título de Grand Slam, un récord que lo colocaría aún más arriba en la historia del tenis. Para ello, iniciará la temporada en el ATP 250 de Adelaida, buscando ritmo competitivo antes del Abierto de Australia, torneo donde ha levantado el trofeo en diez ocasiones.
El serbio ha adaptado su preparación física y mental para prolongar su carrera. Consciente de las exigencias de los partidos al mejor de cinco sets, ha reducido el número de torneos en su calendario, lo que le permite llegar más fresco a las citas importantes. Esta estrategia lo ha convertido en un “tenista a tiempo parcial” que, aun así, se mantiene entre los mejores del mundo.
Más allá de los resultados, Djokovic representa un ejemplo de resiliencia y motivación. Su capacidad para reinventarse y competir contra nuevas generaciones como Carlos Alcaraz y Jannik Sinner demuestra que su presencia en el circuito sigue siendo relevante. Además, ha expresado su intención de continuar en el tenis mientras se mantenga en un nivel competitivo alto, con la mirada puesta incluso en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
El futuro de Novak Djokovic en el ATP se proyecta con optimismo. Aunque los retos físicos propios de la edad son inevitables, su experiencia, su enfoque estratégico y su pasión por el deporte lo mantienen como un contendiente serio en cada torneo. El circuito sabe que, mientras él siga en la cancha, siempre habrá espectáculo y la posibilidad de que la historia del tenis se escriba una vez más con su nombre.
