
Un grupo de expertos británicos ha planteado la posibilidad de que antibióticos, antivirales y vacunas puedan desempeñar un papel crucial en la lucha contra la demencia. La reutilización de medicamentos ya aprobados para otras enfermedades podría acelerar significativamente el desarrollo de tratamientos efectivos para esta condición, que se prevé afectará a 153 millones de personas en todo el mundo para el año 2050.
A pesar de que se están investigando nuevos fármacos, el progreso que se ha realizado hasta el momento ha sido lento. Por tal motivo, los especialistas subrayan la necesidad de explorar si los medicamentos existentes pueden ayudar a prevenir o tratar la demencia.
En este sentido, investigaciones recientes, lideradas por científicos de la Universidad de Cambridge y de la Universidad de Exeter, han analizado estudios que relacionan medicamentos comunes con el riesgo de desarrollar demencia. Este análisis incluyó datos de 14 estudios que abarcaron la salud de más de 130 millones de personas, de las cuales un millón padecía demencia.
Los investigadores encontraron inconsistencias en los estudios sobre qué medicamentos podrían influir en el riesgo de demencia, pero identificaron varios candidatos que merecen una investigación más profunda. Un hallazgo notable fue la asociación entre el uso de antibióticos, antivirales y vacunas y un menor riesgo de demencia, lo que sugiere que algunas formas de la enfermedad podrían estar relacionadas con infecciones virales o bacterianas.
Además, se observó que los medicamentos antiinflamatorios, como el ibuprofeno, también estaban vinculados a un menor riesgo de demencia. Este descubrimiento se alinea con la creciente evidencia de que la inflamación puede ser un factor significativo en diversos padecimientos.
Sin embargo, los resultados no son concluyentes para todas las clases de medicamentos. Por ejemplo, algunos fármacos para la presión arterial y antidepresivos mostraron una relación con un menor riesgo de demencia, mientras que otros podrían estar asociados con un mayor riesgo. A pesar de estas contradicciones, el estudio publicado en la revista Alzheimer’s and Dementia: Translational Research and Clinical Interventions sugiere que hay fundamentos biológicos que justifican un estudio más profundo de ciertos medicamentos.
No obstante, algunos estudiosos del área, como la Dra. Julia Dudley, de Alzheimer’s Research UK, advierten que es prematuro afirmar que los medicamentos existentes pueden reducir el riesgo de demencia sin la validación a través de ensayos clínicos. Por su parte, el Dr. Richard Oakley, de la organización Alzheimer’s Society en Londres, destacó que la reutilización de medicamentos ya aprobados podría no solo ahorrar tiempo y recursos, sino también acercar a la comunidad médica a una solución efectiva para la demencia.
“Esta investigación nos da algunas pistas iniciales y nos indica cuáles medicamentos tienen potencial para ser reutilizados para la demencia y que deberían priorizarse para ser estudiados”, expresó.