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Abdalla Hamdok dijo que se necesitaba la conformación de una mesa de diálogo para llegar a un nuevo acuerdo político.

El Primer Ministro de Sudán, Abdalla Hamdok, ha presentado su dimisión en medio de un estancamiento político posterior al golpe militar que terminó fragmentando aún más la frágil transición del país a la democracia.

En un discurso transmitido por televisión a altas horas de la noche de este domingo, Hamdok, quien había logrado sellar un acuerdo político con el ejército el pasado mes de noviembre, dijo que se necesitaba la conformación de una mesa de diálogo para llegar a un nuevo acuerdo político.

Hamdok, un exfuncionario de la Organización de las Naciones Unidas, era considerado como el rostro visible del gobierno de transición de Sudán. En noviembre fue reinstalado en el poder en gran parte gracias a  la presión internacional existente sobre las facciones políticas para la conformación de un acuerdo que exigía un gabinete independiente formado por tecnócratas bajo la directa supervisión de él.

Ese acuerdo, sin embargo, fue rechazado por el movimiento proclive a la inmediata restitución de la democracia, que insiste en que el poder se entregue a un gobierno totalmente civil encargado de liderar la transición.

La dimisión de Hamdok se produjo después de que las fuerzas de seguridad sudanesas utilizaran la fuerza para disuadir a los manifestantes que exigían el retorno de la democracia y expresaban su oposición al golpe militar del 25 de octubre, arrojando un saldo fatal de al menos a dos personas fallecidas, según fuentes médicas.

El domingo, miles de personas habían salido a las calles de la ciudad capital, Jartum, y de otros centros urbanos del país para denunciar la toma del poder por parte de los militares y para rechazar el acuerdo posterior que reinstaló al hasta entonces primer ministro.

El Comité Central de Médicos Sudaneses (CCSD, por sus siglas en inglés), que es parte de los grupos a pro democracia, dijo el domingo que uno de los individuos que perdió la vida fue golpeado “violentamente” en la cabeza mientras participaba en una marcha de protesta en Jartum.

El segundo recibió un disparo en el pecho en Omdurman, la ciudad hermana de Jartum, aseguró la organización, y agregó que decenas de manifestantes resultaron heridos.

Después de las muertes del domingo, el número total de manifestantes que han perdido la vida desde el golpe militar alcanzó al menos 56, de acuerdo con el CCSD.

El asalto al poder llevado a cabo por los efectivos castrenses en octubre pasado puso fin a una delicada transición planificada hacia un gobierno democrático luego del levantamiento popular que obligó al ejército al derrocamiento de Omar al-Bashir en el mes de abril de 2019.