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Es uno de los objetos más grandes en entrar en la atmósfera terrestre en las últimas décadas.

Luego de un mes atrapados en una órbita errática, los restos de un cohete chino lanzado en abril podrían caer a tierra este fin de semana, afirman diversas agencias aeroespaciales.

El vehículo Long March 5-b fue utilizado para llevar el primer módulo de lo que será la primera estación espacial propia de China.


Varios países, entre ellos Estados Unidos y Rusia, ya han anunciado que realizan un seguimiento bastante cercano de la situación, ya que, con 18 toneladas de peso, es uno de los objetos más grandes en entrar en la atmósfera terrestre en las últimas décadas.

Algunos modelos predicen que los restos podrían impactar entre la madrugada del sábado y la mañana del domingo, pero no existe certeza de que esto sea así.

El secretario de defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin, manifestó que espera que el aterrizaje se dé “en un lugar donde no cause daños a nadie”. “Ojalá sea en el océano, o algún sitio similar”, añadió.

Científicos aseguran que la mayor parte del vehículo debería fundirse al entrar en las capas más densas de la atmósfera; sin embargo, los componentes hechos con materiales de alta resistencia podrían sobrevivir para tocar la superficie. Ahora bien, las posibilidades de ser que alguien sea impactado por estos restos son bastante bajas: como se sabe, la mayor parte del planeta está cubierto por agua, y con respecto a tierra firme, existen vastas zonas que aún no están habitadas.

Adicionalmente, estudios afirman que las regiones ubicadas 41.5 grados al norte y al sur del ecuador pueden ser consideradas fuera de riesgo, debido a que escapan de la actual órbita del cohete.

Por su parte, algunas voces desde el campo de la astrofísica acusan al programa espacial chino de negligencia. Jonathan McDowell, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian aseguró a la BBC que esta no es la primera vez que ocurre un inconveniente de este tipo con un cohete chino. “Este es el segundo lanzamiento de este tipo de cohete. Los restos hallados en Costa de Marfil el año pasado corresponden al mismo modelo de vehículo”, explicó. “Así que, de hecho, podría verse como negligencia”, sentenció.

Generalmente, los vehículos espaciales de esta naturaleza incluyen un motor que puede ser encendido de nuevo una vez que hayan completado la misión, con el fin de controlar precisamente su aterrizaje, el cual ocurre la mayoría de las veces en un área de unos 1500 kilómetros en el Pacífico Sur, entre Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Sudamérica.