Donald Trump
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En medio de tensiones diplomáticas, el presidente estadounidense Donald Trump ha reiterado su intención de tomar el control de Groenlandia, a pesar de que Dinamarca ha dejado claro que el territorio no está a la venta. Esta afirmación llegó tras una llamada telefónica tensa con la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, en la que, de acuerdo con fuentes diplomáticas, Trump habría realizado una serie de amenazas económicas contra el país europeo.

Durante un vuelo en el avión presidencial, el Air Force One, Trump manifestó su convicción de que los 57.000 habitantes de Groenlandia desean “unirse a Estados Unidos”. Además, argumentó que la adquisición de la isla está relacionada con la “libertad del mundo” y no solo con intereses estadounidenses.

Desde su reelección, Trump ha sido reiterativo en su interés por Groenlandia, un territorio autónomo bajo el control danés. Sin embargo, se informó que su reciente conversación con Frederiksen estuvo marcada por un tono agresivo, lo que llevó a varios funcionarios daneses a calificar la llamada como “horrenda”. En este contexto, Trump habría amenazado a Dinamarca con la imposición de aranceles selectivos sobre las exportaciones danesas a Estados Unidos.

En respuesta, la oficina de la primera ministra danesa rechazó la interpretación de la conversación, enfatizando en que desconocen el origen de estos rumores. Por su parte, el primer ministro de Groenlandia, Múte Egede, ha subrayado que el territorio “no está en venta”, aunque mostró interés en fortalecer las relaciones con Estados Unidos en áreas como la minería.

El presidente del comité de defensa del parlamento danés, Rasmus Jarlov, afirmó que Dinamarca no cedería a las presiones para entregar a sus ciudadanos a Estados Unidos. Jarlov afirmó que, a pesar del poderío estadounidense, Dinamarca se mantendrá firme en su postura de rechazo.

En los últimos años, Groenlandia se ha convertido en un punto estratégico de interés geopolítico, especialmente debido a la crisis climática que está acelerando el derretimiento de sus glaciares. Este fenómeno ha suscitado el interés en la perforación petrolera y en la extracción de minerales esenciales, aunque las autoridades de la isla suspendieron las licencias de exploración en 2021.

El deshielo de los polos también está abriendo nuevas rutas de navegación, lo que podría ofrecer alternativas al canal de Suez. Por otro lado, desde la Guerra Fría, Groenlandia alberga una base militar estadounidense que juega un papel clave en el sistema de alerta temprana de misiles balísticos.

Trump ha elevado la tensión al no descartar la posibilidad de utilizar coerción económica o militar para asegurar el control sobre Groenlandia y otras zonas estratégicas, como el Canal de Panamá. Además, también ha generado polémica al expresar que Canadá debería convertirse en un estado estadounidense, sugiriendo que esto beneficiaría a sus ciudadanos en términos de seguridad y economía.