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Varias empresas retiraron su publicidad de Facebook como una medida para que la empresa remueva de su plataforma contenido extremista que incita al odio.

Algunas de las empresas más grandes del mundo retiraron sus publicidades de Facebook como parte de una medida que podría servir para que la empresa de Mark Zuckerberg retire contenido extremista que incita al odio.


En los últimos meses, miles de usuarios de la red social Facebook se han quejado de las sanciones que han recibido por expresarse a través de esta plataforma. Palabras como “negro” o “maricón” (para referirse a la comunidad LGBTQ+) pueden generar bloqueos por parte de la red social; sin embargo, a su vez, han criticado que sigue habiendo contenido realmente perjudicial que continúa en línea.

Empresas como Starbucks, Microsoft, Unilever, Volkswagen y Coca-Cola forman parte de este movimiento que critica a Facebook por no eliminar una publicación del presidente Donald Trump quien, en medio de las protestas por la muerte de George Floyd, escribió: “Cuando comiencen los saqueos, comienzan los tiroteos”; mientras, Twitter censuró este post.

“El boicot [a Facebook] ha obligado a las multinacionales a reconsiderar su estrategia publicitaria”, comentó Nandini Jammi, cofundadora del grupo activista Sleeping Giants, a DW. A su vez, acotó que las empresas se preguntan cómo están invirtiendo su dinero y cómo hacer publicidad sin perjudicar a la sociedad.

A finales de abril, Facebook informó que sus ingresos se habían duplicado, al mismo tiempo que se mantenía como uno de los gigantes de la publicidad, lo que fue considerado un buen augurio puesto que se preveía que hubiese una caída de la publicidad en línea a causa de la pandemia por coronavirus.

Ahora, la gigante red social enfrenta un nuevo obstáculo que podría obligarla a replantearse la manera en la que es controlado el contenido. Para las empresas, retirar su publicidad podría no representar pérdidas debido a la cobertura mediática que obtendrán y la imagen positiva resultante.

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Durante los últimos años, muchas empresas han sacado provecho al asumir posturas políticas que les han permitido llegar a más personas, como apoyar las acciones para luchar contra el cambio climático y por los derechos de la comunidad LGBTQ+.

“A muchas compañías les resulta lucrativo adoptar una postura política”, dijo Melissa Aronczyk, académica en comunicaciones y relaciones públicas. Al mismo tiempo, investigaciones han demostrados que algunos consumidores están conectados emocionalmente con aquellas marcas que actúen con un propósito y con valores que coincidan con los suyos.

En cuanto a las repercusiones económicas que podrían recibir las marcas por involucrarse en la política, Ivan Clark, analista en medios y publicidad, explicó a DW que no había evidencia que indicara que las marcas que se involucren o no en cuestiones políticas pierdan ventas, pero hacerlo crea una imagen al público de que la empresa está haciendo lo correcto.

Por su parte, Aronczyk concluyó: “Aunque las marcas son claramente actores políticos y con un gran poder para influir en las políticas públicas, no están actuando en interés público. Actúan según los intereses de sus accionistas”.