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Un grupo de científicos del Reino Unido, Estados Unidos y Suiza ha anunciado el desarrollo de una nueva herramienta de inteligencia artificial capaz de predecir qué hombres con cáncer de próstata podrían beneficiarse de la abiraterona, un fármaco que reduce considerablemente el riesgo de muerte asociado a esta enfermedad.

La abiraterona se considera un tratamiento revolucionario para el cáncer de próstata, el tipo de carcinoma más común en hombres en más de 100 países, y ha contribuido a que miles de pacientes con cáncer avanzado puedan prolongar su expectativa de sobrevivencia.

A pesar de su éxito, la disponibilidad de abiraterona ha sido limitada en ciertos países, como Inglaterra, donde no se ha ampliado su uso a hombres con enfermedad no metastásica. En respuesta a esta situación, el equipo de médicos ha creado una prueba de IA que identifica a los hombres que tienen más probabilidades de beneficiarse de este tratamiento, lo que podría facilitar su distribución entre la población.

Este innovador desarrollo fue presentado esta semana en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica en Chicago, el evento más grande del mundo dedicado al cáncer.

El doctor Nick James, profesor del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres y uno de los directores del ensayo, ha resaltado la importancia de este avance, ya que permitirá “identificar a las personas que podrían responder mejor a la abiraterona y separarlas de aquellas que se beneficiarán solo del tratamiento estándar, que consiste en terapia hormonal y radioterapia”.

El funcionamiento de la herramienta consiste en analizar imágenes de tumores y detectar características que no son visibles a simple vista. En los ensayos realizados con imágenes de biopsia de más de 1000 hombres con cáncer de próstata de alto riesgo, la prueba identificó al 25 % de los hombres con mayor probabilidad de beneficiarse del fármaco. Para este grupo, la abiraterona puede reducir el riesgo de muerte a la mitad.

Los resultados del estudio indicaron que aquellos hombres con marcadores biomoleculares positivos experimentaron una reducción significativa en el riesgo de muerte tras cinco años de tratamiento. En contraste, para aquellos con marcadores negativos, la abiraterona arrojó una reducción del riesgo de muerte que no fue estadísticamente significativa, sugiriendo que estos pacientes se beneficiarían más de tratamientos estándar.

Este avance en la investigación ha llevado a los expertos a sugerir que, dado que menos hombres podrían necesitar el fármaco de lo que se pensaba anteriormente, los sistemas de salud deberían reconsiderar su uso para aquellos cuya enfermedad no ha mostrado signos metastásicos.