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El gobierno de la ciudad de Londres finalmente ha aprobado un polémico plan de Wimbledon que contempla la construcción de 39 nuevas canchas de tenis en un área forestal, lo cual ha despertado la ira de decenas de activistas que instaban a las autoridades a prohibir este proyecto debido a los potenciales daños al medio ambiente.

El vicealcalde de Londres, Jules Pipe, aseguró que los beneficios “muy significativos” de este plan superaban con creces los daños ambientales, razón por la cual el All England Lawn Tennis Club (AELTC) recibió el permiso para ampliar de 41 a 115 hectáreas el campo de Wimbledon Park.

Los activistas, entretanto, mostraron su preocupación debido a la tala de más de 300 árboles, así como a la utilización de terrenos abiertos metropolitanos que precisan “circunstancias muy particulares” para construir.

No obstante, Pipe insistió en que los beneficios abarcaban diversas áreas como “la recreación, la comunidad, el patrimonio cultural, la ecología, la biodiversidad, el empleo y el transporte”.

“Estos superarían claramente el daño causado, y a su vez representan circunstancias muy especiales. Por estas razones, estoy de acuerdo con la recomendación del funcionario de planificación de la GLA [Autoridad del Gran Londres] y doy mi permiso para su planificación”, añadió.

Por su parte, Sally Bolton, directora del AETLC, mostró su satisfacción por esta “gran noticia” y reveló que esperaba que todas las nuevas canchas estuvieran en pleno funcionamiento a principios de la década de 2030.

“Aún tenemos algunos asuntos legales que resolver, pero luego podemos esperar realizar una de las mayores transformaciones desde los Juegos Olímpicos de Londres, las cuales todos estamos emocionados por lograr”, expresó.

Sin embargo, los críticos de la iniciativa repudiaron la decisión y afirmaron que el AELTC no había logrado demostrar los supuestos grandes beneficios económicos más allá de un estimado de 300 millones de libras anuales que se destinarían a las comunidades circundantes. Adicionalmente, acusaron al AELTC de no consultar debidamente a los residentes sobre la propuesta.

Fleur Anderson, diputada por el barrio de Putney, mencionó que solo el 28% de la nueva área estaría abierta al público, por lo que, en su opinión, “la gente local es la perdedora en todo esto”.

“Sabíamos muy bien que teníamos una gran lucha por delante al enfrentarnos a Wimbledon y tratar de hacer que nos escucharan, pero me siento muy decepcionada de que dejen que esto siga adelante. Se va a generar una gran perturbación en nuestros espacios verdes, pero esta lucha no termina aquí”, aseveró.