inflation
Credit: Unsplash

La inflación anual en Estados Unidos aceleró en junio hasta el 2.7%, impulsada en parte por los aranceles sobre importaciones establecidos por la administración del presidente Donald Trump. Tras unos primeros meses de estabilidad, los precios al consumidor mostraron incrementos continuos durante mayo y junio, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Representantes del sector empresarial han advertido repetidamente sobre el impacto de las elevadas tasas arancelarias en los costes de producción y distribución. Durante la primavera, la suspensión temporal de algunos gravámenes atemperó los aumentos, pero tras reactivarse las tarifas contra varios países, las compañías comenzaron a trasladar esos sobrecostes al público.

El IPC registró un repunte interanual de 2.7% en junio, frente al 2.4% del mes anterior. El indicador subyacente, que excluye energía y alimentos, ascendió al 2,9%, superando el 2,8% registrado en mayo.

En cuanto a productos manufacturados, los electrodomésticos, el mobiliario y los juguetes reflejaron subidas destacadas, dado que suelen provenir de fábricas extranjeras, principalmente de China. Por otro lado, en el sector alimentario, el alza alcanzó el 3% anual, con incrementos de más del 2% en la carne vacuna, alrededor del 2.2% en el café y un 2.3% en los cítricos. Aunque el precio de los huevos ha descendido en meses recientes, sigue un 27% por encima del nivel de hace un año.

No obstante, a pesar de estos aumentos, la inflación permanece muy por debajo de los picos registrados en 2022, cuando se llegó a superar el 9%, y del 3% medido hace doce meses. No obstante, la aplicación de los aranceles ha detenido la tendencia descendente del IPC que se observó a lo largo de 2024.

Entretanto, el Laboratorio de Presupuesto de la Universidad de Yale señala que la tasa arancelaria media en el país alcanzó el 18.7%, el nivel más alto desde 1933. Ese promedio incluye un 30% sobre bienes provenientes de China, un 50% en acero y aluminio, un 25% en piezas de automoción y un arancel general del 10% para el resto de importaciones.

La Casa Blanca ha amenazado además con imponer aranceles de un 25% para productos japoneses y surcoreanos, 30% para productos de la Unión Europea y México, 35% para las importaciones canadienses y 50% a mercancías brasileñas.

De concretarse estos nuevos gravámenes, se prevé un nuevo impulso al alza de los precios al consumidor, aunque persisten incógnitas sobre el plazo y la resolución de las negociaciones. En un principio se había puesto como fecha límite el 9 de julio, y luego quedó extendido hasta el 1 de agosto, con la intención de cerrar acuerdos antes del Día del Trabajo.