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Ucrania ha venido acusando a Rusia de desplegar vehículos blindados pesados y decenas de miles de tropas a lo largo de la frontera compartida entre ambos países.

Después de una reunión de ministros de la OTAN en Riga, Letonia, el miércoles, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinken, aseguró que la Casa Blanca estaba “profundamente preocupada” por los informes recibidos de que Rusia podría estar preparando “acciones agresivas” contra Ucrania.

Ucrania ha venido acusando a Rusia de desplegar vehículos blindados pesados, sistemas de guerra electrónica y decenas de miles de tropas a lo largo de la frontera compartida entre ambos países, en la segunda tanda de movimientos militares de este tipo en lo que va de año.

No obstante, Blinken dijo a los periodistas que Estados Unidos aún no sabe si el presidente ruso, Vladimir Putin, “ha tomado la decisión de invadir Ucrania”.

“Sabemos que está poniendo en marcha la capacidad para hacerlo en poco tiempo, si así lo decide”, expresó el jefe de la diplomacia norteamericana.

Los comentarios de Blinken se producen un día antes reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, en el contexto de las conversaciones entre la OTAN y Moscú, dirigidas por Washington, sobre Ucrania.

La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, también comentó más temprano el miércoles que el personal de la embajada de los Estados Unidos que ha estado en Moscú durante más de tres años estaba siendo expulsado, en aparente represalia por la acción de Washington contra 27 diplomáticos rusos a quienes se les pidió que abandonaran los Estados Unidos.

A pesar de los esfuerzos realizados a principios de este año para aliviar las tensiones entre las dos superpotencias nucleares, la relación se encuentra bajo una presión creciente debido al aumento de la presencia de efectivos rusos cerca de los límites con la nación ucraniana.

Es importante recordar que, en 2014, Moscú arrebató a Kiev la península de Crimea, y los separatistas respaldados por Rusia tomaron una franja de territorio en el este de Ucrania, lo que provocó un conflicto que continúa desarrollándose hasta el día de hoy.

Por su parte, el presidente Putin aseguró a principios de esta semana que cualquier expansión de la infraestructura militar de la OTAN en Ucrania era una línea roja que esperaba que no se cruzara. El miércoles, el mandatario enfatizó que el país buscará “garantías de seguridad confiables y de largo plazo”.

“En el marco de las conversaciones con Estados Unidos y sus aliados, no cesaremos la búsqueda de acuerdos específicos para evitar cualquier otro movimiento de la OTAN hacia nuestras fronteras, y el apostamiento de sistemas de armas puedan representar una amenaza para el territorio ruso”, sentenció Putin.