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El presidente de Brasil aseguró que no hay nada que él pueda hacer en relación con la pandemia.

La cifra de fallecimientos por coronavirus en Brasil se elevó a 5.017. Mientras la nación es la más afectada en Latinoamérica, el presidente Jair Bolsonaro continúa desdeñando la pandemia de COVID-19 y, en respuesta a la aceleración de los casos, dijo: “Lamento, pero ¿qué quieren que haga?”.

Bolsonaro ha sido fuertemente criticado por ignorar el mismo las medidas de previsión del nuevo coronavirus, ha continuado reuniéndose con sus simpatizantes, se le ha visto sin mascarillas, ni guantes y en lugares públicos, al mismo tiempo que los cementerios en el país están abarrotados a causa del número de muertes.

El mandatario contestó de esa forma a los periodistas que le consultaron sobre el incremento en las incidencias por el COVID-19, donde, de acuerdo con el Ministerio de Salud, los casos registrados son de casi 72.000, con un aumento de 5.385 en las últimas 24 horas y en una jornada en la que el número de muertos se elevó hasta los 474.

Asimismo, Bolsonaro agregó: “¿Y entonces?”, ante la insistencia de los periodistas, también aseguró que, a pesar de que su segundo nombre es Mesías, no es capaz de “hacer milagros”.

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El presidente lamentó la situación sanitaria del país, expresó su “solidaridad” a las familias que perdieron seres queridos, pero comento que así era la vida, una vez más, restándole importancia a la realidad que enfrenta tanto su país como el mundo durante esta pandemia.

“Mañana seré yo. Lógicamente, uno quiere tener una muerte digna y dejar una buena historia”, agregó, uno de los mandatarios que ha mostrado más escepticismo por cuanto al coronavirus y quien llegó, incluso, a calificarlo como una “gripecita”.

Aun cuando Trump también dejó entrever su incredulidad ante una cuarentena, terminó por aplicar medidas posteriores, aunque ya la situación se había salido de control; sin embargo, las medidas de prevención están siendo tomadas en Estados Unidos.

Por su parte, Bolsonaro se ha enfrascado en polémicas con gobernadores y alcaldes que han declarado cuarentenas o alguna otra medida de reclusión censurada por él. Hace diez días, destituyó a Henrique Mandetta del cargo de ministro de salud, ya que mantenía públicamente que la pronta implantación de medidas era necesaria.

Nelson Teich, quien asumió las funciones de Mandetta, reconocio a su vez este martes que los últimos datos sobre la situación en Brasil indican que la curva de contagios viene crecimiento y hay un agravamiento. “Una evolución de la curva hacia arriba”, lo cual consideró era una tendencia.