
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha levantado polémica nuevamente al plantear la posibilidad de que el Canal de Panamá sea devuelto a Estados Unidos si el país centroamericano no gestiona adecuadamente esta importante vía de navegación.
Cabe destacar que Trump ha criticado en varias ocasiones las tarifas que cobra Panamá por el uso del canal, calificándolas de excesivas y argumentando que Washington ha mostrado una extraordinaria generosidad hacia Panamá.
El mandatario también ha expresado su preocupación por la influencia potencial de China en la gestión del canal, advirtiendo que este no debería caer en manos chinas. Para Trump, el canal es un activo nacional vital que juega un papel crucial en el comercio y la seguridad nacional estadounidense.
Por su parte, el presidente panameño, José Raúl Mulino, ha rechazado estas declaraciones, asegurando que las tarifas de tránsito son justas y reafirmando que la soberanía de Panamá sobre el canal no está en discusión.
Las palabras de Trump se producen en un contexto donde se anticipan cambios significativos en la política exterior estadounidense tras su regreso a la presidencia en enero. Por ejemplo, recientemente, se ha informado que su equipo ha comunicado a funcionarios europeos la intención de exigir un aumento del gasto en defensa de los miembros de la OTAN al 5% de su PIB.
Es preciso recordar que 2024 marca el 25 aniversario de la entrega del control del canal a Panamá, un proceso que se formalizó en 1999 tras los Tratados Torrijos-Carter, negociados en 1977. Estos acuerdos otorgaron a Panamá la administración total del canal, mientras que Estados Unidos mantenía derechos para asegurar su neutralidad.
El Canal de Panamá, de 82 kilómetros de longitud, fue completado por Estados Unidos en 1914 y continúa siendo un punto estratégico para el comercio mundial. Aunque Estados Unidos sigue siendo el mayor cliente del canal, representando tres cuartas partes del tráfico anual, China se ha convertido en el segundo mayor usuario, con una empresa china controlando dos de los cinco puertos adyacentes al canal.
Sin embargo, la infraestructura ha enfrentado desafíos recientes, incluyendo una prolongada sequía que ha afectado su capacidad operativa. En el último año fiscal, el tránsito de barcos a través del canal disminuyó un 29%, lo que ha generado preocupaciones sobre las presiones en la cadena de suministro global.
Trump, entretanto, ha seguido añadiendo leña al fuego, publicando en sus redes sociales una imagen del canal con una bandera estadounidense y la leyenda “Bienvenidos al canal de Estados Unidos”, e instando a los funcionarios panameños a considerar las implicaciones de sus acciones.