
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el pasado viernes el lanzamiento de una nueva criptomoneda llamada $Trump, justo antes de asumir su segundo mandato que inició el lunes 20 de enero.
Desde su introducción, el valor del activo ha experimentado un notable aumento, superando más del triple de su precio inicial, que rondaba los 20 dólares por token, hasta alcanzar más de 70 dólares. El volumen de operaciones ha sido impresionante, con al menos 24.000 millones de dólares negociados hasta el domingo, lo que ha llevado su capitalización de mercado a más de 14.000 millones de dólares.
La criptomoneda $Trump ha sido catalogada como una “moneda meme”, un tipo de activo digital que se inspira en tendencias de Internet y, a menudo, carece de una utilidad definida. Este tipo de criptomonedas son conocidas por su alta volatilidad, lo que puede resultar en drásticas caídas de precio. Por ejemplo, el valor de otra moneda meme reciente, la “chica Hawk Tuah”, sufrió una caída del 95% después de su lanzamiento, lo que llevó a los inversores a presentar quejas ante la Comisión de Bolsas y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) por posibles irregularidades.
La comunidad de criptomonedas ha mostrado un gran interés en el segundo mandato de Trump, anticipando un entorno regulatorio más favorable. Trump ha expresado su intención de transformar a Estados Unidos en la “capital criptográfica del planeta”, y entre los primeros pasos para lograr tal propósito ha decidido nominar a Paul Atkins, un reconocido defensor de las criptomonedas, como presidente de la SEC.
Aparte de esto, Trump también planea emitir una orden ejecutiva para establecer un consejo asesor de criptomonedas que contará con hasta 20 miembros. Sin embargo, la naturaleza especulativa de los criptoactivos ha generado preocupaciones sobre la posibilidad de ocurrencia de una burbuja, donde el apoyo político inflaría artificialmente los precios, sin reflejar los riesgos reales asociados a las inversiones.
La oferta de la moneda $Trump es de 200 millones de tokens, de los cuales se estima que el 80% pertenece a CIC Digital LLC, una empresa asociada a Trump. Cabe destacar que este lanzamiento está en consonancia con acciones anteriores de Trump, quien en el pasado generó ingresos significativos a través de tarjetas coleccionables de criptomonedas.
Por último, cabe destacar que importantes empresas del sector como Coinbase o Ripple han invertido varios millones de dólares en el fondo de la investidura de Trump, a pesar de la controversia que rodea al mandatario.