
La Universidad de Harvard presentó una demanda contra la administración del presidente Donald Trump debido a la reciente prohibición a la matrícula de estudiantes internacionales. Esta medida ha generado una fuerte reacción tanto a nivel nacional como internacional, siendo etiquetada como parte de un esquema de represalias políticas por parte del gobierno estadounidense contra la casa de estudios.
Harvard argumentó que la decisión del gobierno viola la Primera Enmienda de la Constitución y podría acarrear graves consecuencias para la universidad y sus más de casi 7.000 estudiantes extranjeros. La institución describió la prohibición como “un intento de eliminar a una cuarta parte del alumnado”, destacando la contribución de estos estudiantes a la comunidad académica y a la misión educativa de Harvard. En este sentido, la institución planea solicitar una orden de restricción temporal para detener la implementación de la medida.
La Universidad de Harvard, ubicada en Cambridge, Massachusetts, alberga a casi 6.800 estudiantes internacionales, la mayoría de ellos cursando estudios de posgrado, provenientes de más de 100 países.
Asimismo, la administración Trump también apuntó contra la Universidad de Columbia, acusándola de violar las leyes de derechos civiles. La oficina de derechos civiles del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) citó a la universidad por presuntamente no tomar acciones contundentes ante el supuesto acoso que estudiantes judíos vienen sufriendo desde el 7 de octubre de 2023, tras el ataque de Hamás contra Israel que desató protestas pro-palestinas en el campus. Al respecto, el director de la HHS, Anthony Archeval, instó a la universidad a “colaborar con nosotros para llegar a un acuerdo que refleje cambios significativos que contribuyan a proteger realmente a los estudiantes judíos”.
El ambiente en Columbia se volvió aún más tenso luego de que se emitiera una orden gubernamental para investigar a los manifestantes pro-Palestina. No obstante, un juez federal bloqueó dicha orden, exigiendo que se presentaran transcripciones de conversaciones confidenciales si el gobierno decidía volver a intentar la solicitud.
En medio de estas tensiones, algunos actores internacionales, como el gobierno de China, han expresado su preocupación por estas recientes acciones contra Harvard, afirmando que solo perjudican la imagen internacional de Estados Unidos. Sobre este asunto, la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong ha aprovechado la oportunidad para extender una invitación abierta a todos los estudiantes internacionales de Harvard.
De igual manera, algunos exalumnos destacados de Harvard, como la ministra de investigación de Alemania, Dorothee Baer, han calificado la decisión del gobierno estadounidense como “fatal”; mientras que el exministro de salud alemán, Karl Lauterbach, señaló que esta situación representa un “suicidio de la política de investigación”.