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World Athletics, el ente rector del atletismo a nivel mundial, presentó en Tokio una nueva prueba genética, la detección del gen SRY, que servirá para certificar el sexo biológico de las competidoras femeninas en campeonatos mundiales, con el fin de garantizar la equidad en las competiciones.

En una sesión científica celebrada este viernes en la capital japonesa, el director de salud y ciencia de World Athletics, Stéphane Bermon, expuso los resultados de un estudio realizado a lo largo de los últimos 25 años y defendió la necesidad del cribado SRY. Según Bermon, estos datos han demostrado que existe una sobrerrepresentación de atletas con diferencias de desarrollo sexual (DSD) en finales femeninas.

El informe presentado indica que entre 50 y 60 atletas con signos de pubertad masculina han disputado finales femeninas en eventos mundiales y continentales desde el año 2000. De acuerdo con Bermon, estos casos suponen un riesgo para la integridad de las competiciones, al conferir a dichas atletas una ventaja física notable sobre sus rivales.

Entre 2000 y 2023, 135 finalistas de élite presentaron un cariotipo 46XY compatible con rasgos masculinos, aunque se inscribieran como mujeres al nacer. Algunas de estas atletas compitieron en más de una final, lo que eleva la preocupación sobre la frecuencia del fenómeno en el atletismo profesional.

En su exposición, Bermon destacó que los casos de DSD detectados son 152 veces superiores a lo esperado en la población general. Esta elevación inusual fue identificada mediante análisis antidopaje que registraron niveles elevados de testosterona, indicador indirecto de posibles DSD.

Entre los ejemplos más destacados figura la sudafricana Caster Semenya, doble campeona olímpica de 800 metros en 2012 y 2016, y la namibia Christine Mboma, medallista de plata en los 200 metros en Tokio 2020. Ambos casos generaron un intenso debate internacional.

Empero, es preciso resaltar que ninguna de las dos atletas ha regresado a la élite desde la implementación de las normas que obligan a las competidoras con DSD a suprimir sus niveles de testosterona para poder participar en categoría femenina.

En su intervención, el presidente de World Athletics, Sebastian Coe, subrayó que la prioridad es la integridad del deporte femenino. “Nuestro propósito es proteger el atletismo femenino garantizando que las mujeres compitan en condiciones equitativas”, afirmó. De igual manera, insistió en que, en la élite, solo las mujeres biológicas deben acceder a las pruebas femeninas. “El género no puede prevalecer sobre la biología cuando se trata de asegurar la justicia deportiva”, declaró.

Esta medida ha provocado reacciones divididas en el ámbito científico y académico. Por ejemplo, el profesor Andrew Sinclair, descubridor del gen SRY, tachó este enfoque como “demasiado simplista” y aseguró que podría excluir erróneamente a atletas que no encajan en un sistema binario estricto.