Bacteria
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A solo un par de semanas del comienzo de los Juegos Olímpicos en París, el río Sena todavía muestra altos niveles de concentración de la bacteria E. Coli en sus aguas, según las autoridades francesas, haciéndolo inseguro para la práctica de la natación.

Las pruebas llevadas a cabo por la alcaldía de París en el puente Alejandro III, sitio donde se espera que arranquen las competencias de triatlón, arrojaron niveles considerablemente mayores a los aceptables para una buena calidad del agua en la mayoría de los días desde principios de junio hasta principios de julio, lo cual podría generar serios problemas de salud en los atletas.

No obstante, los expertos gubernamentales franceses afirman que la calidad del agua ha mejorado a medida que las lluvias han empezado a amainar, y se muestran más optimistas con respecto a la realización de las actividades acuáticas en el Sena.

En este sentido, el pasado domingo, la ministra de Deportes de Francia, Amélie Oudéa-Castéra, decidió zambullirse en el río acompañada de uno de los abanderados de la delegación paralímpica francesa, Alexis Hanquinquant. De acuerdo con la funcionaria, la experiencia fue “fabulosa”.

Por su parte, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, aseguró que pensaba hacer lo mismo esta semana, con el propósito de demostrar la idoneidad de las aguas del Sena para los Juegos Olímpicos a pesar de las preocupaciones por la contaminación.

Cabe destacar que el pasado 30 de junio, luego de una jornada de fuertes lluvias, los niveles de E. Coli medidos en el puente Alejandro III aumentaron a alrededor de 2.000 UFC por cada 100 mililitros de agua, el doble de lo establecido por los estándares del Triatlón Mundial para una “buena” calidad del agua. Según las reglas de la competencia, si la acumulación de E. Coli supera los 1.000 UFC por cada 100 mililitros, la etapa de natación del triatlón deberá ser suspendida.

El gobierno francés ha destinado unos 1.500 millones de euros en diversos proyectos para la limpieza del Sena. Uno de los más importantes ha sido la construcción de la cuenca de Austerlitz, una infraestructura destinada a evitar que miles de litros de aguas residuales y de lluvia lleguen al Sena.

Empero, a pesar de estos esfuerzos, luego de los aguaceros del 17 y 18 de junio, los niveles de E. Coli medidos en el puente Alejandro III se ubicaron en alrededor de 10.000 UFC por cada 100 mililitros.

Al respecto, Antoine Guillou, vicealcalde de París, explicó que “si un día tenemos una tormenta, es probable que veamos un deterioro de la calidad del agua. Pero, luego podemos esperar un tiempo prudencial hasta recuperar las condiciones ideales para nadar”.