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La Unión Europea (UE) ha presentado un ambicioso programa espacial con una inversión de 10.000 millones de euros, que contempla la creación de una constelación de 290 satélites. Este esfuerzo busca rivalizar con el sistema Starlink, desarrollado por Elon Musk, y se enmarca en un contexto de creciente preocupación por la ciberseguridad global, ampliando así la brecha de seguridad entre la UE y el Reino Unido tras el Brexit.

El nuevo programa, denominado Iris2, tiene como principal objetivo garantizar una red de comunicaciones seguras para gobiernos y fuerzas armadas en el bloque europeo. Con el avance de la tecnología, se estima que esta constelación ofrecerá el equivalente a 1.000 satélites en una “megaconstelación”, similar a la de Starlink. Funcionarios de la UE han señalado que el Reino Unido no ha manifestado interés en unirse a este proyecto, que también ofrecerá capacidades de comunicación subarrendada para uso comercial.

Antes del Brexit, el Reino Unido formaba parte de un programa espacial de la UE y planeaba acceder a la red de satélites Galileo. Sin embargo, el gobierno británico decidió desvincularse de este programa durante las negociaciones del Brexit, optando por desarrollar su propio sistema de satélites. En este nuevo enfoque, el Reino Unido ha lanzado el satélite militar Tyche, y planea lanzar otro, denominado Juno, en 2027, para mejorar sus capacidades de inteligencia y vigilancia.

A pesar de la promesa del líder laborista Keir Starmer de restablecer relaciones más estrechas con la UE, un alto funcionario de la UE indicó que no se ha recibido ninguna solicitud formal del Reino Unido para participar en Iris2. Según las normas de la UE, un país externo podría unirse al programa si cuenta con un acuerdo comercial en el ámbito de la vigilancia o ciberseguridad con alguno de los operadores de los satélites, que incluyen a Eutelsat, SES y Hispasat.

Iris2 es el tercer programa satelital emblemático de la UE, junto a Galileo y Copernicus, y se ha desarrollado en respuesta a los desafíos de seguridad exacerbados por la invasión de Ucrania por parte de Rusia y los ciberataques en diversas naciones europeas. El programa contempla el uso de dos tipos de satélites que operarán en órbita terrestre media y baja.

Con una duración prevista de 12 años, se anticipa que las primeras comunicaciones, tanto para usos gubernamentales como comerciales, comiencen en el año 2030. Entre las empresas involucradas en Iris2 se encuentran figuras destacadas de la industria espacial europea, aunque ninguna británica, como Airbus Defence and Space y Thales Alenia Space. Se ha solicitado una respuesta del gobierno británico respecto a esta iniciativa.