Gianni Infantino
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En un inusual encontronazo, la UEFA ha lanzado una serie de acusaciones serias hacia el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, señalando que este coloca sus “intereses políticos privados” por encima de sus responsabilidades hacia el fútbol. Esta crítica surgió luego de que varios delegados nacionales abandonaran el congreso anual de la FIFA, que tuvo lugar el jueves por la mañana en Paraguay, debido a un cambio de agenda provocado por un retraso en la llegada de Infantino, quien se encontraba acompañando al presidente estadounidense Donald Trump en su gira por Oriente Medio.

Entre los delegados que abandonaron la reunión se encontraban el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, y la presidenta de la FA de Inglaterra, Debbie Hewitt.

En este sentido, la UEFA expresó en duros términos su descontento con la situación, describiendo el retraso como “profundamente lamentable”. El organismo subrayó la relevancia del congreso, un evento crucial donde las 211 naciones del mundo se reúnen para discutir asuntos vitales para el deporte. Además, agradeció a la Asociación Paraguaya de Fútbol y a la Conmebol por su hospitalidad, pero dejó en claro que los ajustes de última hora, aparentemente motivados por intereses externos, no benefician al deporte.

Infantino, quien llegó a la reunión tres horas después de su inicio debido a retrasos en su vuelo desde el Golfo Pérsico, se disculpó en varias ocasiones, aunque defendió su viaje al asegurar que necesitaba “estar allí para representar al fútbol y a todos ustedes”.

No obstante, su presencia en una ceremonia con Trump, donde se firmó un balón de oro obsequiado por el Emir de Catar, ha intensificado las críticas hacia su gestión.

Este episodio podría marcar un punto de inflexión en las relaciones entre UEFA y FIFA. Muchos países europeos han expresado frustración con el liderazgo de Infantino, sintiendo que su influencia ha disminuido en una organización que pareciera estar más enfocada en intereses ajenos.

Aunado a esto, las controversias sobre los derechos humanos en el Mundial de Catar 2022 todavía persisten. Hasta ahora, la presidenta de la Federación Noruega de Fútbol, Lise Klaveness, ha sido la voz más destacada en este contexto, criticando la falta de soluciones para las familias de trabajadores migrantes en Catar y apoyando la huelga en el congreso.

Klaveness ha calificado el retraso de Infantino como “preocupante” y ha instado a la FIFA a ofrecer explicaciones a sus miembros, asegurando que espera que “las voces de las federaciones sean escuchadas y respetadas en el futuro”.