Foto: Unsplash

Elon Musk arremetió esta semana contra la directiva de Twitter, a quienes acusó de “resistirse y frustrar” lo que considera su derecho a tener acceso a la información relacionada con cuentas falsas y de spam, calificando el hecho como una “clara violación” de los términos de su participación en la compañía.

Debido a este incidente, las acciones de Twitter se desplomaron en alrededor de un 5% el lunes por la mañana.

Musk anunció el 24 de abril su intención de adquirir la red social por un monto de 44.000 millones de dólares, pero pocas semanas después aseguró que su oferta no se concretaría hasta que tuviera más información sobre la cantidad de cuentas falsas en el servicio.

El 17 de mayo, el magnate señaló a la dirigencia de la empresa de mostrar datos erróneos en sus informes financieros, y aseveró que su equipo realizaría un muestreo aleatorio para calcular la cantidad de cuentas falsas. No obstante, el CEO de Twitter acotó que sería necesario desclasificar información confidencial para obtener un recuento preciso.

Algunos analistas opinan que la actitud agresiva de Musk persigue como objetivo una negociación por un precio más bajo.

Cabe destacar que el multimillonario de 50 años ha denunciado por años la existencia de estafas, bots y cuentas falsas en Twitter. Por ejemplo, en 2018, afirmó mediante un tuit que existen cuentas con “una alta cantidad de seguidores para que parezcan personas reales, pero en realidad no lo son. Debemos preguntarnos por qué”.

Por otro lado, una demanda colectiva interpuesta en el Estado de California, introducida a finales de mayo, también sostiene que Musk violó las leyes estadales al generar dudas entre los inversores luego de que estos hubiesen accedido a firmar el contrato para la compra de Twitter. Los accionistas involucrados en la demanda solicitan que el CEO de Tesla selle el trato como lo había prometido, adquiriendo Twitter por un valor de 54.20 dólares por acción.

Sin embargo, en una carta publicada el lunes, el abogado del magnate argumenta que el acuerdo de fusión requiere que Twitter proporcione los datos solicitados por Musk, y pone en tela de juicio la supuesta afirmación de la compañía de que solo debe proporcionar información con el propósito exclusivo de ayudar a finiquitar la transacción.

En un asunto separado, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) está investigando a Musk debido a que este, aparentemente, no habría presentado el formulario de programación 13G, en el cual anuncia su adquisición de una participación significativa en Twitter dentro del plazo requerido.