Vaccine
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Científicos británicos han comenzado a ensayar en un grupo grande de pacientes la primera vacuna de ARN mensajero contra el melanoma, un tipo de cáncer de piel, lo que podría representar una verdadera revolución en el tratamiento de enfermedades oncológicas.

Cada año, más de 130.000 personas son diagnosticadas con melanoma alrededor del mundo, siendo la primera causa de muerte por cáncer de piel. Hoy en día, este tipo de tumor es tratado principalmente mediante cirugías, aunque en ocasiones es necesario también el uso de radioterapia y quimioterapia.

No obstante, la vacuna desarrollada por el University College London Hospitals NHS Foundation Trust hace que el cuerpo del paciente detecte las células cancerosas y prevenga su crecimiento, evitando así que la enfermedad se desarrolle nuevamente.

En la fase 2 de ensayo, los médicos hallaron que la vacuna reducía considerablemente el riesgo de reaparición del melanoma, por lo que decidieron continuar con el experimento, esta vez en su fase final o fase 3.

Según la doctora Heather Shaw, coordinadora principal del ensayo, además de su potencial para curar el melanoma, este nuevo tratamiento está siendo probado en otros tipos de cáncer, como el de riñón, pulmón o vejiga.

“Es una de las cosas más emocionantes que hemos vivido en mucho tiempo”, expresó Shaw. “Esta herramienta ha sido bastante perfeccionada. Los pacientes están muy entusiasmados”, añadió.

Lo más resaltante de esta vacuna es que es totalmente personalizada. En otras palabras, los médicos extraen una muestra de un tumor y realizan una secuenciación del ADN de dicho tumor con la ayuda de la inteligencia artificial. Luego, la vacuna codifica hasta 34 marcadores tumorales y ordena al cuerpo la activación de una respuesta inmunológica para atacar las mutaciones únicas.

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“Se trata, ciertamente, de una terapia individualizada, aunque es mucho más inteligente que una vacuna”, dijo Shaw. “Está totalmente hecha a la medida de cada paciente; no se puede esperar que la dosis colocada en un paciente funcione en el siguiente. Es posible que algunos compartan ciertos antígenos, pero cada uno tiene sus propios antígenos muy individuales que son cruciales para cada tumor”, agregó.

De acuerdo con Shaw, el objetivo final de este trabajo es lograr una cura definitiva para el cáncer. “Creo que existe una esperanza real de que esto sirva para cambiar las reglas del juego en la inmunoterapia”, expresó.

Cabe destacar que el ensayo global de la fase 3 incluirá un espectro mucho más amplio de pacientes, en el que se espera que participen hasta 1.100 personas.