Parliament
Credit: Unsplash

El partido SMER, liderado por el político prorruso Robert Fico, se erigió como el vencedor de las elecciones parlamentarias que tuvieron lugar el domingo en Eslovaquia, algo que podría poner en jaque la unidad de la OTAN y de la Unión Europea con respecto al conflicto en Ucrania.

Según cifras publicadas por la Oficina de Estadística de Eslovaquia, el partido populista SMER obtuvo el 22.9% de los votos, seguido por Eslovaquia Progresista (PS), un partido liberal y proucraniano, con un 18%.

Fico, quien ocupó el cargo de primer ministro en un par de ocasiones, podría ejercer un tercer mandato, pero esto dependerá de su capacidad para conformar una coalición de gobierno, debido a que su partido no fue capaz de aglomerar la suficiente cantidad de votos para gobernar por sí solo.

Sin embargo, el partido de izquierda moderada Hlas, surgido como una escisión de SMER, y que se posicionó como la tercera fuerza en los comicios con 14.7% de los votos, podría convertirse en un actor decisivo para la formación de un gobierno.

En su discurso posterior al anuncio de los resultados, Fico, de 59 años, enfatizó que “hará todo lo posible” para establecer una mesa de negociaciones entre Rusia y Ucrania.

“Más muertes no ayudarán a nadie”, afirmó.

De igual manera, ha prometido el fin inmediato del apoyo militar eslovaco a Ucrania y ha expresado su intención de bloquear el ingreso de este país a la OTAN, retirando así el hasta ahora firme respaldo hacia Kiev.

Con siete partidos políticos alcanzando apenas el 5% necesario para ingresar al parlamento, las negociaciones para crear una coalición podrían ser largas y complicadas debido a la diversidad de actores e ideologías.

Fico precisa del apoyo de al menos dos partidos para alcanzar una mayoría que le permita gobernar. Lo más probable sus principales apoyos provengan de Hlas y del movimiento nacionalista de extrema derecha SNS.

Cabe destacar que un gobierno liderado por SMER podría resquebrajar la unión política y militar de Europa, ya que Eslovaquia, en su condición de miembro de la UE y de la OTAN, ha impuesto duras sanciones contra Rusia y ha donado una gran cantidad de equipo militar a Ucrania.

No obstante, Fico no ha dudado en señalar a “los nazis y fascistas ucranianos” de provocar a Rusia para iniciar su operación militar, y ha expresado su simpatía por el primer ministro húngaro, Víctor Orbán, uno de los críticos más acérrimos del manejo de la guerra por parte de Europa.

En este sentido, en caso de ocupar nuevamente la jefatura de gobierno, es probable que Fico y Orbán se alíen y comiencen a crear obstáculos para cualquier decisión que se pueda tomar en Bruselas.