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Una de las redes sociales más populares del mundo, X, ha dejado de funcionar en Brasil, el quinto país con más internautas a nivel mundial, después de que el dueño de la empresa, Elon Musk, reiterara su negativa a cumplir con las leyes locales y con una orden de emanada por la Corte Suprema del país sudamericano.
La medida comenzó a regir el sábado por la mañana, cuando los proveedores de Internet y las compañías de telefonía móvil iniciaron la aplicación de la medida.
Por tal razón, millones de brasileños comenzaron a migrar a Bluesky, una plataforma surgida en 2019 como una escisión de Twitter. En este sentido, la compañía indicó que había ganado alrededor de medio millón de usuarios en las horas previas al bloqueo de X en Brasil.
Entre los usuarios que encontraron refugio en Bluesky se encuentra el destacado influencer Felipe Neto, quien contaba con más de 17 millones de seguidores en X. “No debemos olvidar que si vamos a otro país, estamos obligados a cumplir con sus leyes”, escribió, en aparente referencia a la actitud de Musk.
Por su parte, la congresista de izquierda Erika Hilton aseguró que “si los multimillonarios quieren tener empresas que ganen miles de millones por estos lados, necesitan aprender a respetar las leyes”.
“Larga vida al estado de derecho y a nuestra soberanía nacional”, agregó la congresista en su último mensaje antes del bloqueo de la red.
Esta prohibición de X, que en Brasil contaba con más de 20 millones de usuarios, parece ser el punto cumbre de una lucha que por varios meses ha enfrentado a las autoridades brasileñas con Musk, quien en los últimos tiempos ha mostrado posturas afines a la derecha política.
Alexandre de Moraes, el juez de la Corte Suprema encargado de todo este proceso, había encabezado en 2023 una iniciativa para instar a X a regular el contenido antidemocrático o de extrema derecha, luego del intento de asalto al parlamento llevado a cabo por partidarios del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro en enero de 2023.
Musk, quien había mostrado simpatía por Bolsonaro y que en los últimos meses se le ha visto cercano a Donald Trump, no dudó en señalar las acciones de de Moraes como intento de reprimir la libertad de expresión y de censurar las opiniones conservadoras.
En este sentido, el multimillonario intensificó sus ataques contra de Moraes, tachándolo de “dictador” y “fraude”.
“Es un dictador y un fraude, no un juez”, escribió Musk en X, a pesar de que los usuarios brasileños no podían leerlo sin usar una VPN.