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Agrupaciones políticas conservadoras en Suiza han decidido unir esfuerzos para evitar que el país se convierta en la sede de Eurovisión del próximo año, alegando que este festival se ha convertido en “un evento de propaganda” que promulga valores relacionados con “el satanismo y el ocultismo”.

Debido a que el cantante suizo Nemo se erigió como el vencedor de la edición de 2024 de Eurovisión, Suiza obtuvo el derecho a ser sede del mayor concurso musical del mundo en 2025. Las ciudades de Berna, Basilea, Ginebra y Zúrich han sido propuestas como posibles locaciones para el espectáculo, que tiene una duración de cinco días consecutivos.

No obstante, el partido Unión Demócrata Federal de Suiza (EDU, por sus siglas en alemán), una agrupación cristiana de derecha que aglutina aproximadamente el 1% de los votos a nivel nacional, ha asegurado que intentará utilizar la famosa democracia directa de Suiza para someter el asunto a votación en las ciudades candidatas a organizar el evento.

“El concurso de Eurovisión es una propaganda horrible”, expresó la EDU mediante sus redes sociales. “Un país que sirva de escenario para algo tan repugnante no logrará mejorar su imagen, sino que solo reflejará su propio declive intelectual”, añadió.

De acuerdo con Samuel Kullmann, uno de los principales voceros del partido, llamaba la atención la “celebración, o al menos la tolerancia, del satanismo y el ocultismo en Eurovisión”.

“Cada vez vemos más artistas presentando mensajes ocultistas, que son subrayados con sus símbolos respectivos”, añadió.

Es probable que Kullman se refiera a la presentación de la cantante irlandesa Bambie Thug, quien en la más reciente edición de Eurovisión se presentó junto a una bailarina ataviada con cuernos y un círculo de velas en forma de pentagrama, cuya forma invertida es comúnmente utilizada en ritos satánicos.

La EDU obtuvo solo un escaño en el consejo nacional de Suiza, pero iniciativas han recibido el apoyo de formaciones derechistas de mayor tamaño, como el Partido Popular Suizo (SVP, por sus siglas en alemán).

Cabe destacar que el sistema de democracia directa de Suiza se basa en iniciativas y referéndums, mediante los cuales la población puede votar sobre temas considerados trascendentales para la nación. Por lo general, se realizan cuatro comicios anuales, en cada uno de los cuales se deciden hasta quince asuntos concretos.

Aunque la celebración de un plebiscito en las potenciales ciudades organizadoras no necesariamente garantice beneficios a la derecha política, sí podría repercutir en una gran incertidumbre para los planificadores de Eurovisión.