Gastronomía hecha arte: ¡pinturas hechas de verduras!

Giuseppe Arcimboldo fue uno de los pintores más originales del Renacimiento por sus retratos hechos con elementos naturales como frutas, verduras, flores e incluso animales. Su sentido lúdico, combinado por su gusto por lo natural, le llevó a crear esos “bodegones” de rostro humano con productos simbólicos del tema: trigo y cerezas en “El verano”, uvas y setas en “El otoño”, etc.

Sus obras fueron vistas en su tiempo como un ejemplo de pintura curiosa pero carente de valor artístico. En época reciente, los surrealistas concedieron gran valor al juego visual de sus composiciones y al carácter grotesco de sus alegorías.

Su técnica consistía en pintar uno por uno estos elementos, de forma que en su conjunto y unidos imitaban el rostro de una persona. Viendo sus cuadros, podemos afirmar que la imaginación de este pintor está fuera de toda duda.

Sus cuadros más famosos datan de esta época, cuando a petición de la casa imperial pintó varios cuadros en los que combinaba elementos naturales para conformar silueta y rostros humanos.

Uno de los cuadros más característicos de su obra es “Retrato de verduras“. La obra de Giuseepe Arcimboldo se puede encontrar y saborear en varios museos europeos. En el MHAV de Viena, en el Castillo de Ambras en Innsbruck, el Louvre en París y también varios museos de Suecia.