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Un equipo internacional de investigadores ha logrado desarrollar un modelo de inteligencia artificial que puede detectar el Parkinson.

Un equipo internacional de investigadores dirigidos por las profesoras del MIT Dina Katabi y Nicole Pham, ha logrado desarrollar un modelo de inteligencia artificial que puede detectar el Parkinson con solo analizar los patrones respiratorios de una persona.

La herramienta en cuestión es una red neuronal (que no es más que una serie de algoritmos conectados que imitan la forma en que funciona un cerebro humano) capaz de evaluar si alguien tiene Parkinson a partir de los patrones de respiración que ocurren mientras duerme.

La red neuronal, que fue entrenada por el estudiante de posdoctorado del MIT Yuzhe Yang, en conjunto con el posdoctorado Yuan Yuan; también pueden discernir la gravedad de la enfermedad y proyectar su progresión.

Yang y Yuan son coautores de un nuevo artículo que describe el trabajo, publicado en la revista Nature Medicine. Katabi, quien también trabaja para el Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del MIT y funge como directora del Centro de Redes Inalámbricas y Computación Móvil, es la autora principal.

A lo largo de los años, los investigadores han tratado de estudiar el potencial para detectar el Parkinson utilizando líquido cefalorraquídeo y neuroimágenes, pero estos métodos son invasivos, costosos y requieren acceso a centros médicos especializados, lo que los hace inadecuados para pruebas frecuentes que brinden un abordaje temprano de la enfermedad.

No obstante, los investigadores del MIT demostraron que este nuevo método basado en inteligencia artificial se puede hacer todas las noches en casa mientras la persona duerme y sin necesidad de tocar el cuerpo.

Para lograr esto, el equipo desarrolló un dispositivo con la apariencia de un enrutador Wi-Fi doméstico, pero que en lugar de proporcionar acceso a Internet, emite señales de radio, analiza sus reflejos en el entorno circundante y extrae los patrones de respiración del sujeto sin ningún tipo de contacto corporal.

Luego, la señal de respiración se envía a la red neuronal para evaluar el Parkinson de manera pasiva, y no se necesita ningún esfuerzo por parte del paciente o el cuidador.

“Ya en 1817, el trabajo del Dr. James Parkinson demostró que existe una relación entre el Parkinson y la respiración. Esto nos impulsó a profundizar más en el estudio de la respiración como medio para detectar la enfermedad”, explica Katabi.

“Algunos estudios han confirmado que los síntomas respiratorios pueden aparecer mucho antes que otros síntomas, lo que significa que los patrones de la respiración tienen el potencial de arrojar resultados prometedores para la diagnosis”, agrega.

El mal de Parkinson es actualmente la enfermedad neurológica de más rápido crecimiento en el mundo, y la segunda más común después de la enfermedad de Alzheimer. Solo en los Estados Unidos, afecta a más de 1 millón de personas y tiene una carga económica anual de 51.900 millones de dólares.