Franz Beckenbauer, considerado por muchos como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, y una de las tres únicas personas que han logrado ganar la Copa del Mundo como jugador y como entrenador, falleció este lunes en la ciudad austríaca de Salzburgo a la edad de 78 años.
Su familia confirmó la noticia mediante un comunicado publicado por la agencia de noticias alemana DPA.
“Con una profunda tristeza anunciamos que nuestro padre y esposo, Franz Beckenbauer, falleció pacíficamente mientras dormía este domingo, en compañía de su familia”, expresa el escrito. “Pedimos que nos dejen llorar en silencio y que no realicen ninguna pregunta que nos pueda incomodar en estos momentos”, agrega.
Nacido en Múnich el 11 de septiembre de 1945, Beckenbauer se hizo aficionado del Múnich 1860 a muy temprana edad, aunque posteriormente dio sus primeros pasos en el balompié en las divisiones juveniles del Bayern Múnich, debutando en el primer equipo como extremo izquierdo cuando el club se encontraba en la segunda división de Alemania Occidental en 1964.
Poco después, fue reubicado como mediocampista central y ayudó al Bayern a ascender a la Bundesliga, siendo nombrado capitán para la temporada 1968-1969, en la cual quedaron campeones. A mediados de la década de 1970, alcanzaría el estatus de ídolo del conjunto bávaro al contribuir al logro de un histórico triplete de Copas de Europa.
Beckenbauer, asimismo, es quizás el más reconocido representante del fútbol alemán en el exterior, disputando 104 partidos internacionales con la selección de Alemania Occidental y conquistando la Copa del Mundo de 1974 como jugador antes de repetir la hazaña, esta vez como entrenador, en Italia 90.
Gracias a su extraordinario talento como defensor, fue apodado “Der Kaiser” (“El Emperador”, en alemán). La elegancia de sus movimientos y su dominio del juego hicieron que fuera el modelo sobre el cual se creó la posición del líbero moderno.
No obstante, en los últimos años, su impecable carrera como jugador y entrenador se vio empañada por acusaciones extradeportivas. En 2014, fue suspendido por la FIFA por un período de 90 días debido a su renuencia a colaborar con una investigación sobre presunta corrupción en las candidaturas a los Mundiales de 2018 y 2022.
Posteriormente, en marzo de 2017, fue llamado a declarar por la fiscalía suiza debido a sospechas de corrupción con relación a la Copa del Mundo de 2006, que se celebró en Alemania, y de la cual era miembro del comité organizador. Cabe destacar que este caso fue cerrado en 2020 sin haber llegado a un veredicto final.
